El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca dispuso, mediante la Resolución 132/20, que los exportadores deberán cumplir con la liquidación de divisas como requisito para mantener su inscripción en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA), registro indispensable para poder operar en las ventas al exterior.
La medida alcanza no sólo a los exportadores de cereales, sino además a los frigoríficos y el resto de operadores en exportación de las diferentes cadenas agroindustriales. La novedad, según indicaron voceros de la cartera que conduce Luis Basterra, es que se incorpora el cumplimiento de las exigencias de las normativas del Banco Central para la liquidación de divisas en el mercado cambiario, entre los requisitos para acceder al RUCA.
Aunque desde el Ministerio de Agricultura afirman que no se trata de una medida orientada a ningún sector en particular, fuentes de medios especializados han señalado que no hay incumplimientos generalizados en lo que hace a la liquidación de divisas, aunque se habrían detectado desvíos en la información sobre los montos exportados en operaciones que involucrarían tanto a derivados de granos como de carnes.
En parte, estas irregularidades acompañan las presiones de algunos sectores que buscan obligar al gobierno a ceder una devaluación del peso que aumentaría la tasa de ganancia de los exportadores. Los desequilibrios se dan, además, en el marco de la disputa con la cadena de producción de la soja para que exporten los remanentes de la cosecha finalizada y liquiden las divisas de las exportaciones.
Se estimaba, a principios de octubre, que existía un remanente por un valor de más de siete mil millones de dólares. En dicho mes, las liquidaciones del agro apenas pasaron de 1700 millones de dólares pese a la baja temporal de las retenciones, y en noviembre prácticamente se repitió el volumen de dólares liquidado, pese a un salto del precio de la soja de más del 20 por ciento en dólares para el grano en la plaza local para destino a la exportación.