Con 45 años en el país, la cadena Musimundo logró resurgir, saldar sus deudas y comenzó un plan de aperturas en el país. La cadena pertenece a Electrónica Megatone y Carsa, empresa que logró reestructurar sus pasivos y volvió al ruedo. En esta nueva etapa, acaba de inaugurar tres locales que suman un total de 182 locales.
En 2018, la empresa logró salir del concurso preventivo, luego de reestructurar un pasivo de 3.000 millones pesos. Pero lo problemas no terminaron allí: en octubre de 2019, en un intento para frenar más recortes, Carsa, decidió traspasarle 37 sucursales a la otra licenciataria, Electrónica Megatone. La mayoría de esas tiendas estaban ubicadas en el Noroeste argentina, la Patagonia y la Provincia de Buenos Aires. Unos meses antes, Carsa cerró 50 locales y despedir a 300 trabajadores. En abril de este año, Carsa culminó el proceso de reestructuración de sus pasivos por casi $5.500 millones.
En 2017, Musimundo tenía 264 locales, después de muchos cierres y despidos, la nueva radiografía de Musimundo, indica que tiene 182, de los cuales 43 locales son de Carsa. Si bien ambas empresas se habían dividido sus zonas en el conurbano: el sur para Carsa y el norte para Electrónica Megatone, ahora el mapa es diferente. Carsa tiene predominio en Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes.
Musimundo en los últimos días inauguró varios locales en Catán Shopping, en Nuevocentro Shopping de Córdoba, en Jesús María, en Santa Fe y Neuquén. En CABA abrió en Caballito, Abasto, Villa del Parque y Belgrano. Lo que representa la incorporación de más de 20 empleados. En breve, abrirán locales en Ramos Mejia, San Justo, General Rodríguez y Moreno.
«Los locales ofrecen precios especiales de hasta un 30% off + hasta 24 cuotas fijas con Crédito Musimundo en productos seleccionados. Las cuotas se comienzan a pagar en Diciembre. También la marca ofrece un 10% off por pago contado, débito y en 1 cuota en todos los productos», señaló Musimundo en un comunicado.
Durante la pandemia, el panorama de las principales cadenas de electrodomésticos del país se complicó. La histórica cadena Garbarino venía con problemas y pasó a manos de Carlos Rosales a mediados del 2020. A partir de ese momento, la situación comenzó a complicarse. El empresario se hizo cargo de una empresa con más de 240 locales y 4500 trabajadores, se comprometió a sostener las fuentes de trabajo, pero hace seis meses que dejó de pagar sueldos y aportes. Si bien Rosales tuvo varios ofrecimientos para la compra de la cadena, rechazó todas las propuestas. Comenzó a cerrar una gran cantidad de locales por falta de pago de alquiler o por vencimiento de contrato. Los empleados comenzaron a buscar trabajo y del plantel inicial quedarán menos de 3.000 trabajadores. No obtienen respuestas del empresario.
El agosto, la empresa Minicuotas Ribeiro se presentó en concurso preventivo, agobiada por una deuda de 5.300 millones de pesos. Una empresa histórica que ofrecía comprar sus productos en cuotas muy accesibles. En este contexto, empresas como Musimundo que ya atravesaron duros momentos, aprovechan para recuperar terreno.