Aclamado y venerado por la hinchada de Chevrolet; respetado y reconocido por las demás parcialidades, Guillermo Ortelli tuvo este domingo una despedida soñada y conmovedora en el Autódromo Provincia de La Pampa, escenario de una fecha especial para el Turismo Carretera.
Leyenda de la categoría, el saltense dio una vuelta al circuito en la caja de una camioneta antes de la final para recibir el saludo de los 35.000 tuercas presentes en el recinto, sin distinción de fanatismos. Fanáticos de Chevrolet, su marca de referencia, Ford, Dodge y Torino, todos en igual medida, le ofrecieron su reconocimiento.
El boxes del equipo JP Carrera, que tiene a Ortelli en la función de director deportivo, fue un desfile incesante de colegas, directivos y periodistas para tomar contacto con el séptuple campeón de la categoría.
Con los ojos todavía brillosos por las emociones que recorrían su cuerpo, Ortelli se colocó el casco aguardando la salida a la pista para la última serie clasificatoria, previa a la final de 30 vueltas sobre el circuito pampeano, donde lo acompañaron su familia y amigos de la vida y el automovilismo.
Para sumar más sentimiento a la jornada, el triunfo en la cuarta fecha de la actual temporada de TC quedó en poder de su discípulo, el cuádruple campeón arrecifeño Agustín Canapino, miembro del equipo que dirige el homenajeado.
Tras el abrazo interminable entre Canapino y Ortelli en la zona del podio, Guillermo miró al cielo, acaso buscando al padre del arrecifeño, que lo acompañó desde sus inicios en el mundo motor y solía darle un abrazo después de cada carrera.
«Le debo mucho a tu papá», le dijo alusión a Alberto, que falleció el 15 de febrero de 2021 por Covid. «Fue mi guía en mis comienzos, me enseñó cómo se pone a punto un auto y aspectos de la vida misma», compartió al borde de las lágrimas.
El retiro de Ortelli fue un acontecimiento que estuvo presente durante toda la semana previa a la carrera de Toay, ya que el saltense probó el martes pasado la Chevy en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, como si fuese a pelear por el título.
Sus rivales de tantas batallas, algunos generacionales como Christian Ledesma, Norberto Fontana y Agustín Canapino, por citar algunos excampeones, aceptaron el nuevo rótulo de «El Rey», y le rindieron tributo a un tipo que fue leal, dentro y fuera de la pista.
Bastión principal de Chevrolet, Ortelli ganó 7 títulos en 28 temporadas en el TC y se convirtió en el segundo piloto más ganador después de Juan Gálvez (9).
Insaciable, el saltense admitió que le hubiera gustado ganar más pruebas, como si no fueran suficientes las 32 veces que se subió a lo más alto del podio.
Nacido en Salto un 25 de abril de 1973, Ortelli se identificó de pequeño con el «Flaco» Juan María Traverso, que ganaba su primer título de Turismo Carretera cuando Guillermo tenía apenas 4 años.
El séptuple campeón corrió 408 carreras (número que lució hoy en La Pampa) y sus tres primeras victorias fueron a bordo de un Ford Falcon, una de ellas las dos horas de TC que ganó en dupla con Fabián Acuña en el ’94, en el Oscar Gálvez, el día de su debut en la categoría.
El 8 de junio de 1997 ganó su primera carrera con Chevrolet en 9 de Julio. Con es marca festejó el campeonato en 998, 2000, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2016, una estadística que superó a grandes figuras como Traverso (6 títulos), Oscar Gálvez (5) y Dante Emiliozzi (4).
Ganó siete campeonatos de TC (1998, 2000, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2016).
En su foja también figuras 13 éxitos en el Top Race, división en la que se consagró en 2001 y 2006; 9 halagos de TC2000 y 1 de Turismo Nacional.
Ortelli anunció su retiro el 5 de diciembre, en la última carrera en el Villicum de San Juan, y a partir de ahi, la ACTC comenzó a diagramar la despedida que el saltense se merecía, ya que la pandemia impedía la asistencia libre de público a una competencia.
Ahora, además de su actividad como director deportivo del equipo de Canning, el JP Carrera, Ortelli le dedicará más tiempo a su otra pasión, la cría de caballos para distintas actividades.