El portugués Filipe Vasconcelos Romão, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad de Coimbra, aseguró que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur «nunca se implementará» por, entre otros factores, «la incompatibilidad de las economías francesa y argentina», y además analizó en diálogo con Télam la guerra en Ucrania, las elecciones en Francia y el impacto para Portugal del acuerdo con el FMI.

El intelectual nacido en Lisboa, columnista de la cadena de TV pública de su país (RTP), contó que Europa se encuentra «en shock» tras el inicio de lo que definió como «la primera guerra de invasión en tierras europeas desde 1945», y advirtió sobre las consecuencias económicas del conflicto que enfrenta a Rusia con Ucrania y la OTAN, como «el 7% de inflación al año, que es una noticia dramática para los europeos».

«Estamos en un surco inflacionario que no es algo habitual en Europa para los últimos 20 o 30 años, mientras que la cuestión del gas va a afectar sobre todo a los países que están más cerca de Rusia, que dependen del gas y necesitan de él para calentarse, tanto para los hogares como para todo lo demás», alertó el portugués, para quien estos efectos impactarán «a mediano plazo» en el sistema político europeo, porque «una dimensión de las opciones políticas depende de su bolsillo, de su economía».

En una visita relámpago a Buenos Aires, Vasconcelos Romão -docente en la universidad ORT de Montevideo e investigador en la Universidad Autónoma de Lisboa- dio una charla en la universidad del CEMA (Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina) y además se reunió con una cámara de supermercadistas en su otra faceta, la de negociador económico, ya que en paralelo dirige la Cámara de Comercio Portugal-Atlántico Sur.

Al referirse al tantas veces anunciado acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, observó que en los análisis internacionales suelen «despreciarse» dos aspectos claves, «el espacio y el tiempo, o sea, la geografía y la historia», y a modo de ejemplo remarcó que Alemania y Francia para «expandir la unión aduanera y crear una zona de comercio libre» suscribieron una «política común de subvenciones agrícolas».

Y explicó que gracias a esos acuerdos, por los que se fortaleció la industria alemana y se subsidió al campo francés, un consumidor de Portugal «paga 50 céntimos de euro, o 0,65 dólar, por un litro de leche, mientras que en Uruguay el litro de leche se paga un dólar a pesar de la dimensión de su producción lechera».

«¿Quién creó una política de subvenciones de esa dimensión, va a permitir abrir su espacio a otras partes (por el Mercosur)?», razonó durante la entrevista, para mostrarse escéptico sobre la búsqueda de liberalizar el comercio entre la UE y el Mercosur.

-Télam: A una semana del balotaje en Francia, ganó Macron pero se constató el crecimiento de la llamada ultraderecha. ¿Se puede extrapolar ese resultado para describir lo que pasa en Europa?

-F. Vasconcelos Romão: Hay una reconfiguración del espacio político en varios países de Europa. En Francia lo que hay hoy son tres grandes áreas del voto: una amalgama de centro, conformada por gaullistas de izquierda y socialdemócratas de derecha, que es Macron; luego la extrema derecha, con la afirmación del Frente Nacional que antes representaba el 18%, luego el 32% y hoy el 42%; y también está el electorado más joven, que se nutre de los desilusionados del Partido Socialista y las vertientes de la izquierda plural. En el caso de la izquierda, esta fue la segunda vez consecutiva que no logra pasar al balotaje, aunque (Jean-Luc) Mélenchon estuvo cerca. Mélenchon se radicalizó en términos de discurso político, porque vio también que había una base electoral más fuerte y que el centro estaba totalmente dominado por Macron en este momento. Este mapa de tres partes limita la alternancia en el poder, aquella cohabitación de la derecha democrática del gaullismo y la socialdemocracia a la Miterrand que desde Francia caracterizó los años de estabilidad europea.

-T: ¿Cómo se explica el crecimiento de Marine Le Pen?

-FVR: La extrema derecha representa una reacción de la población en dos aspectos. En primer lugar, es una reacción a ese cambio económico de un país, cuya industria, como en el resto de Europa, va cayendo y se torna un país de servicios, lo que deja huérfana a una parte de la población que tenía una marca en el sector industrial: operarios que eran electores del Partido Comunista y eran militantes de centrales sindicales. Esa desafección de una parte de las clases trabajadoras explica que el PC francés esté muy afectado y se torne residual. Pero, además, los resultados de la extrema derecha representan los cambios culturales de Francia y la incapacidad que siempre tuvo para integrar a los inmigrantes y los que llegan desde las excolonias. Al revés del Reino Unido, que tiene una mayor capacidad de integración multicultural.

-T: Pese a lo que suele declamar Francia sobre su historia y el origen de los valores republicanos.

-FVR: Yo creo que sí. En Francia, el tema de la independencia de Argelia y de la integración de los ciudadanos franceses con ascendencia argelina siempre fue problemático. Francia tiene buen marketing desde el punto de vista de las ideas pero después, en la implementación práctica, es una sociedad mucho más estratificada y segmentada. Si uno mira el paisaje urbano de París y nos concentramos en las zonas con menor renta, observaremos que sus habitantes también son aquellos que tienen un origen cultural distinto. En cambio, el paisaje de las ciudades británicas es más integrador.

-T: Eso explica el fenómeno de la violencia latente que se percibe en Francia.

-FVR: Hay una violencia latente, y además el tema del terrorismo fue traumático porque tuvieron varios episodios de terrorismo extremo: Charlie Hebdo y la cuestión del Bataclan, que si me acuerdo bien fue el 13 de noviembre de 2015. Las personas se radicalizan a partir del desfavorecimiento social y el discurso de odio al extranjero dificulta todo.

-T: Le pregunto sobre la guerra que enfrenta a Rusia con Ucrania y la OTAN, ¿Cómo terminará y cuál será su impacto en Europa?

-FVR: Lo que va a pasar estructuralmente es una incógnita. Pero coyunturalmente hubo algo que ya cambió: en primer lugar, estamos en shock, porque es la primera guerra de invasión en Europa desde el ’45. Me diréis que hubo la intervención de los soviéticos en el ’56 en Budapest y en el ’68 en Praga, pero eso se hizo en el marco institucional del Pacto de Varsovia y fue distinto. Y en el caso de los Balcanes, fue una disolución traumática de Yugoslavia pero no fue una guerra de invasión.

-T: Los rusos argumentan que están protegiendo a la colectividad rusoparlante de la región del Donbass.

-FVR: Ahí tienes todo un conjunto de preguntas muy grandes. ¿Por qué se van entonces a Kiev? ¿Por qué intentan cambiar el régimen de Kiev? ¿Por qué intentan una invasión a larga escala, aunque después van a recular? Está claro que estamos ante una violación del Derecho internacional y de la soberanía, y eso se reflejó en la votación de la censura contra Moscú de la mayor parte de los países, incluso Argentina, en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

-T: En cuanto a la guerra de invasión, puede ser la primera en Europa pero no en el mundo.

-FVR: Claro, hubo una invasión ilegítima en el 2003 de Irak por parte de EEUU y en el ’90 de Kuwait por parte de Irak. Ahora estamos delante de una invasión ilegal e ilegítima que está causando sufrimiento y que ya provocó 5 o 6 millones de refugiados. Esto es necesario afirmarlo. En cuanto a si Putin tiene apoyo popular en Rusia, al parecer lo tiene pero estamos limitados porque mientras sabemos que (Joe) Biden no es un presidente popular, porque hay innumerables empresas de sondeos en EEUU, de orientación demócrata, republicana o independientes, que publican libremente encuestas que así lo indican, en el caso de Rusia no sabemos. Hay una capacidad del régimen, a través del control de la información, de lograr que haya una coincidencia y apoyo a sus posiciones. En cualquier caso, el gran error de Putin fue pensar que la UE iba a permanecer dividida como estaba hasta el momento y lo que terminó resultando es que él se convirtió en el factor de agregación en Europa, porque amalgamó y creó cohesión entre las partes.

-T: ¿Cómo afectará la guerra la vida de los europeos, por el encarecimiento del gas?

-FVR: Puede afectar. En 2000, Putin tuvo la inteligencia de entender que el gas, los recursos energéticos, son su principal herramienta, su principal arma política a nivel internacional, y desarrolló una idea de concentración del Estado directa o indirectamente de esos recursos, para manejarlos en función de sus prioridades políticas. En Europa, por otro lado, ya estamos sintiendo las consecuencias de la inflación. Recordemos que la República Federal Alemana tuvo siempre como prioridad detener la inflación como sea.

-T: Vamos a su país, ¿cómo influyó el FMI en la historia reciente de Portugal?

-FVR: Cuando se dan las crisis europeas por las deudas soberanas de Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre los mecanismos de estabilidad europeos, como la intervención del Banco Central Europeo, no estaban desarrollados. En 2015, cuando la deuda ya estaba más encaminada, (el primer ministro António) Costa tenía como programa (electoral) revertir toda la austeridad. El ajuste ya había sido hecho por el gobierno de derecha y entonces hubo una voluntad de devolución de la renta a través de la disminución de impuestos directos, de la devolución o eliminación de los costes de las pensiones. El problema es que en 2019 se terminó esa etapa, la de atenuar el ajuste.

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