Luego de una semana en la que la disputa electoral generó ruido en el mercado, el Ministerio de Economía logró afrontar eficientemente un nuevo vencimiento de deuda en pesos con un nivel de renovación del 136%. Salió a buscar fondos por $294.398 millones y logró que le prestaran $107.282 millones por encima de esa cifra.

Para el equipo económico es un muy buen resultado, más allá de que el mercado esperaba que no hubiera sobresaltos en este llamado, a pesar de los cuestionamientos de la semana pasada de la oposición respecto de la deuda que quedará para atender en la próxima administración que agitaron el fantasma de un reperfilamiento.

Entre los dos llamados de enero y el primero de febrero, la Secretaría de Finanzas logró acumular un financiamiento neto de $326.282 millones, que van a servir como una base para enfrentar los próximos compromisos, sobre todo a partir de abril, cuando los vencimientos se duplican.

“Cabe destacar que el monto ofertado duplicó los vencimientos que se debían afrontar”, señaló el Palacio de Hacienda en un comunicado.

En esta licitación, el menú de instrumentos ofrecidos estuvo conformado por cuatro títulos. Se emitió una LELITE con vencimiento el 28 de febrero de 2023 exclusiva para Fondos Comunes de Inversión, que pagó un interés nominal anual del 69%.

Se reabrió, además, una letra a descuento (S31Y3) con vencimiento el 31 de mayo, que pagó una tasa nominal del 87,21%, y una letra ajustable por CER (X16J3) con vencimiento el 16 de junio del 2023 con un interés de 5,24% por encima de la inflación. Estos instrumentos integran el Programa de Creadores de Mercado y, por eso, este jueves podrán sumar algunos fondos extra en la segunda vuelta de la licitación.

Además, se reabrió un bono en pesos a tasa BADLAR (TB27P), con vencimiento el 23 de noviembre de 2027, que dejó un interés 48,97%.

El Ministerio de Economía recibió 1.565 ofertas, que representaron un total de valor nominal ofertado de $636.834 millones, de los cuales se adjudicaron $362.459 millones, que equivalen a un valor efectivo de $401.680 millones.

Del total del financiamiento obtenido, el 53% estuvo compuesto por instrumentos indexados por CER, el 38% por instrumentos a tasa fija, y el 9% restante por instrumentos a tasa variable. Asimismo, el 91% correspondió a instrumentos con vencimiento en 2023 mientras que, el 9% restante, tienen vencimiento en 2027.

El gobierno apeló por un lado a los bancos, al ofrecer un Bono ajustable por tasa Badlar a noviembre de 2027, que sirve para incluir en los encajes de las cajas de ahorro, las cuentas corrientes y los plazo fijo, y por ello tienen buena demanda.

Por otro lado, casi la mitad de la colocación se hizo a través de bonos ajustados por inflación, algo que Economía estaba tratando de evitar. En 2021 y en 2022 los bonos CER fueron títulos estrella muy demandados por los fondos comunes. El problema que generan es que al incrementar su participación en el stock global de deuda, no se pueden licuar por inflación.

De alguna manera, los mercados esperaban que el gobierno pudiera sortear el obstáculo sin mayores problemas a pesar de las advertencias de economistas de Juntos por el Cambio que dejan una puerta abierta a un reperfilamiento de vencimientos en 2024.

Este jueves se llevará a cabo la segunda vuelta para entidades del grupo Formadores de Mercado y la siguiente colocación tendrá lugar el 24 de febrero.

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