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Vialidad: 1.616 páginas que no muestran ni una sola prueba directa contra Cristina Kirchner

El Tribunal Oral Federal 2 emitió 1616 páginas con los fundamentos que explicarían por qué condenó a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua y que, sin embargo, no muestran ni una sola prueba directa que la comprometa.  Los jueces hablan de una «extraordinaria maniobra fraudulenta que perjudicó los intereses pecuniarios de la administración pública nacional» en la licitación de «51 procesos de licitación pública» para obras viales en Santa Cruz, pero como no pudieron mostrar evidencias precisas argumentan que «la comisión de delitos en ámbitos organizados realmente dificulta la obtención de prueba directa en torno al hecho criminal». Así justifican el uso de «prueba indiciaria» y de sus conjeturas para sacar conclusiones.

Responsabilizan a la vicepresidenta en base a tres ejes: dicen que firmó un decreto en 2009 para facilitar el envío discrecional de fondos para obras de Lázaro Báez, aunque todo aparecía en el presupuesto y se usó en 500 convenios en todo el país; alegan que la sola relación comercial con Baéz muestra que CFK buscó beneficiarse haciendo negocios con él y, entre otras cosas, invocan el caso Hotesur-Los Sauces donde está sobreseída; usan los chats de José López para inferir que ella tenía injerencia en Austral Construcciones y el plan que los fiscales llamaron «limpiar todo» para abandonar las obras cuando el macrismo ganó las elecciones.

La política y el lawfare

La pátina explícitamente política de la sentencia está sobre el final, cuando los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez y Andrés Basso, cuestionan a algunas de las defensas por haber mencionado al caso «Vialidad» como una causa armada con fines políticos y por haber señalado que se había programado el inicio de las audiencias en un año, el 2019, de elecciones presidenciales.

«Ahora parece más sofisticado hablar de lawfare (como si las cosas al ser descriptas en inglés tuvieran más valor) para definir algo que en la realidad aparece sólo como una nueva teoría conspirativa -tan antigua como el propio Estado de Derecho-. Y cuyo destino no parece ser otro que el de transformarse en una coartada para eludir, ante los poderes judiciales democráticos, la rendición de cuentas por la comisión de delitos de corrupción o por otros relacionados al mal desempeño en el ejercicio de la función pública», escribieron.

Para ellos, ese y otros términos –entre los que incluyeron despectivamente frases como «intento de proscripción», «causa armada», derecho penal del enemigo»– son «subterfugios habituales. Dicen que ellos no se meten con lo que hayan hecho otros tribunales con otros expedientes que entran en el mismo universo como «Memorándum», «Dólar Futuro», o incluso «Hotesur-Los Sauces». Son casos, no casualmente, donde tribunales orales sobreseyeron a CFK. 

Cómo sigue la causa Vialidad

Ahora se abre un período de diez días para que las defensas apelen. La mayoría lo hará. También los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola. Los abogados de la vicepresidenta, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, también recusarán a los jueces de la Sala IV de la Cámara de Casación Penal. Pedirán el apartamiento de Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, ya que sostienen que sus visitas a Mauricio Macri en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada durante su gobierno permiten dudar sobre su imparcialidad.

En el caso de Javier Carbajo, quien en un fallo reciente sostuvo en un voto en minoría que las supuestas irregularidades en la concesión de obra pública a favor de Lázaro Báez se debe considerar delito precedente de sus maniobras de lavado de activos, por la que fue condenado y esto implicaría que ya anticipó su opinión.

Estos jueces ya intervinieron en este juicio para respaldar a dos integrantes del tribunal recusados por los partidos de fútbol con el fiscal Luciani en la quinta de Macri, Los Abrojos, y por contactos con Patricia Bullrich cuando era ministra de Seguridad.

Si no hay pruebas, usamos «indicios»

«Es notable que lo central de la acusación de los fiscales Luciani y Mola desapareció, no existe en los fundamentos del tribunal oral», le señala Beraldi a Página/12. Recuerda: «Para la fiscalía Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner eran los jefes de una asociación ilícita que coaccionaba al Congreso para que votara presupuestos que se asignaban en forma ilegítima a la provincia de Santa Cruz. El tribunal descarta el delito de asociación ilícita y dice que los criterios presupuestarios son una cuestión política sobre la que no opinan.»

«No dicen nada sobre el aumento de partidas por DNU que señalaba la fiscalía, ni sobre redistribución ilegítima de partidas por parte de jefes de gabinete o decisiones administrativas de Julio De Vido para reasignar o aumentar fondos», agrega el defensor de la vicepresidenta quien advierte que «el tribunal no pudo respaldar la acusación de la fiscalía y, a falta de pruebas directas se basó en indicios«.

Así el TOF2 utiliza expresiones como que el análisis de «la película completa» es lo que le permite sacar conclusiones. «La política pública» que el gobierno de CFK «pregonaba», afirman, «presagiando un beneficio sin precedentes para la extensa provincia patagónica, en verdad escondía, cual caballo de Troya, al presupuesto indispensable para el desarrollo exitoso de la empresa criminal y sus múltiples aristas. En conclusión, la prueba reunida a lo largo de este proceso penal nos presenta una imagen esclarecida de determinadas acciones singulares de Cristina Fernández de Kirchner dentro del plan defraudatorio único, penalmente relevantes por su adecuación típica en orden al delito de administración fraudulenta agravada».

Entre otras cosas que resume, el tribunal afirma: «Nos hemos encontrado ante un hecho inédito en la historia del país, pues se ha acreditado que ciertas decisiones trascendentales respecto de la marcha empresarial del grupo (en alusión a empresas de Báez) fueron adoptadas siguiendo órdenes expresas de los más altos integrantes del Poder Ejecutivo Nacional. También quedó suficientemente probado que la estrategia delineada entre funcionarios y empresarios se aseguró mediante el dictado de actos administrativos…»

Los «fundamentos», ya desmentidos en el juicio

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