El papa Francisco lanzó un nuevo llamado a la unidad de la dirigencia política argentina y advirtió que el riesgo más grave que atraviesa la vida política argentina es “el internismo”. Sostuvo que las diferencias para sacar adelante el país no solo afectarían la convocatoria social, sino que además podría derivar en nuevos tipos de totalitarismo.
“El internismo nuestro es dañoso, al punto de que a veces es más fuerte que las pertenencias clave”, razonó el papa argentino en lo que fue una continuación de la respuesta enviada a los principales actores de la vida política nacional, que hace dos semanas le enviaron un saludo por los 10 años de pontificado.
En esa oportunidad, Jorge Bergoglio no solo agradeció el saludo firmado por referentes del oficialismo y la oposición sino que también les pidió: “Así como se han unido para firmar esta carta, qué lindo (sería) que se unan para hablar, discutir y llevar la patria adelante”.
«Nos encantan las internas»
Esta vez, durante una entrevista con el periodista Gustavo Sylvestre, el papa reforzó ese pedido de unidad y se refirió a lo que él consideró uno de los principales problemas de la vida política nacional.
A los argentinos “nos encantan las internas, armar una interna sobre cualquier cosa”, sin embargo “el internismo nuestro es dañoso al punto de que a veces es más fuerte que las pertenencias clave”, subrayó el pontífice.
“El internismo destruye la filiación política. Vos sos radical, socialista, peronista o lo que sea, pero tenés una filiación política. En cambio, hay una interna y eso resquebraja la filiación política. Y lentamente se hacen diversos sectores adentro del partido que no tienen fuerza política de convocatoria. Entonces pasa lo de Alemania”, advirtió.
A lo que el Papa se refirió fue al contexto previo que posibilitó el surgimiento de la Alemania nazi. Y para hacerlo se basó en los análisis hechos en un libro del intelectual italiano Siegmund Ginzberg, llamado “Síndrome 1933”.
Esa publicación, continuó Bergoglio, “narra un poquito el internismo tremendo que había en Alemania al final de la República de Weimar (tras la derrota en la Primera Guerra Mundial) y de cómo no encontraban quién llevara adelante las cosas”.
“Fue (Franz) Von Papen el responsable de presentar un político que hablaba lindo y que sedujo a la gente. Se llamaba Adolfo (Hitler) y todo el mundo dijo ‘bueno probemos con este, que nadie lo conoce; no conocemos sus raíces y su condición’. Entonces votaron a Adolfito y así terminamos”, lanzó Francisco.
No es la primera vez que el papa argentino hace un análisis sobre la base de “Síndrome 1933”. En 2020 le había recomendado su lectura al presidente español Pedro Sánchez, durante una audiencia en la que ambos hablaron de política en momentos en que en España se afianzaba la fuerza ultranacionalista VOX.