Una carambola del destino hará que en un mismo escenario puedan cruzarse, en las próximas horas, los dos protagonistas centrales de la familia disfuncional de Juntos por el Cambio. Tras la ruptura con el PRO del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la crítica de Mauricio Macri al desdoblamiento de las elecciones en la Ciudad, ambos deberían verse este miércoles en el predio de la Rural de Palermo. Pero, como pocas veces en su historia, padre e hijo políticos buscarán gambetearse, quizás usando los ingresos alternativos que dan uno a la calle Oro y otro a Sarmiento.

Otra carambola del destino es que estarán en dos eventos separados pero en el mismo sitio -encuentros armados por dos entidades empresarias- una de las cuales banca casi en soledad al ex presidente y la otra tiene serias dudas no sólo de sus capacidades en el poder, sino que cree, como casi la totalidad del Círculo Rojo, que Macri es el causante principal de la ruptura de Larreta, quien hasta ahora venía siendo el hijo dilecto del poder económico. Un combo que podría, según los ceos, alterar el esquema de chances de la oposición ante un oficialismo que venía prácticamente entregado a una derrota. Y lo que es más fuerte: adelantaría una disputa de fondo entre cuadros que, de ser Gobierno, sería un colapso de la gestión.

Un test para Macri

En La Rural se testeará este miércoles el mal clima de los ceos con Macri, algo que ya se percibe en los grupos de WhastApp de la Unión Industrial, los constructores, los banqueros y las mutisectoriales de grandes popes del establishment, como la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Macri estará en el almuerzo, en el salón comedor del predio de Palermo, que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (CICYP). Por primera vez desde que existe la entidad, la comida se mudó del Hotel Alvear a la Rural, forzada por el lobby del vice de la entidad, Marcos Pereda Born, que además preside el Cicyp.

El «hombre del helicóptero», mote que consiguió por su vicio de viajar por sus campos por vía área, ya había recibido un fuerte cuestionamiento de los integrantes del Cicyp (La Bolsa, UIA, Cámara de la Construcción, Cámara de Comercio, ADEBA, SRA) por haber elegido a Macri para el debut de los almuerzos, un personaje que en un año electoral no era candidato. La Rural y Pereda Born son financistas principales de Juntos por el Cambio.

A dar examen ante la Sociedad Rural

Para un rato después, a las 15 horas en el Auditorio Principal Salón Rojo, la Sociedad Rural  -que tiene a Nicolás Pino de titular y a Pereda Born de vice-, citó a Larreta, Javier Milei, Patricia Bullrich, Gerardo Morales, Miguel Ángel Pichetto y el cordobés Juan Schiaretti para ver qué tienen para ofrecerles si acceden al poder en 2024 y bajarles líneas sobre retenciones cero.

Larreta, según supo PáginaI12, está con pocas ganas de ir, luego de no haber sido participado en la reunión por Zoom que el PRO mantuvo esta mañana y en la que fue duramente castigado. No sólo amenaza con faltar porque no quiere cruzarse circunstancialmente con Macri, sino porque chocará con todo el pelotón que lo repudia por la movida y algún defensor, entre ellos el jujeño Morales. Todo en un escenario de un Círculo Rojo que sintió que Macri está dispuesto a sepultar, de todas las maneras posibles las chances de Larreta, que venía corriendo con el caballo del comisario dentro del empresariado.

Esa obsesión del ex presidente es, para los ceos, una puesta en riesgo además, del resultado general de los comicios, con un peronismo que parece haberse quedado corto de chispas en su interna ante semejante desbarajuste de Juntos. Un dato extra que suma a la confusión: a Milei, en un principio, no lo invitaron y amenazó con pegar el faltazo. «No voy a estar en una mesa discutiendo con títeres de la política», les dijo.

Habladurías por Whatsapp

«Hablé con la gente de Héctor, está preocupado por todo este quilombo». Héctor es Magnetto, el ceo del Grupo de Clarín y uno de los cinco o seis ceos que le marcan el pulso al sentir del sector privado. La frase es parte de un chat de empresarios de la AEA, donde mandan el holding, Arcor, Techint y Ledesma. La preocupación de Magnetto es casi la misma que la de Paolo Rocca: lo a destiempo que sale Macri o romper escenarios, casi en tono infantil y jugándole mal a Larreta, en quien veían o ven la supervivencia del macrismo con algo de espalda para gobernar.

«Lo vienen operando duro a Horacio, era hora de que reaccione», lo defendió otro empresario alimenticio en el mismo chat. De todos todos modos, más que ponderar el parricidio, la mayoría cree que esta movida pone en riesgo las posibilidades reales de Juntos en la elección, por tres razones: la primera es que expone la fractura electoral más que mostrar diferencias políticas, como pasa en el Frente de Todos.

La segunda, abre un escenario de duda sobre el acompañamiento del que pierda para el que gane esa interna PRO. La tercera, quizás la más delicada, se la dijo un industrial que hace años conoce y milita al radicalismo desde los tiempos de Ernesto Sanz presidenciable, a uno de sus pares de la UIA: «Mauricio ve acá una movida de Larreta y los radicales, y a los radicales los va a cagar de nuevo». Poniendo la frase en términos técnicos, todo indica, para los ceos, que los radicales, movida de Martín Lousteau y Morales mediante, tendrán escaso lugar en los armados del poder de Juntos y recibirán apoyo cero del PRO.

Un constructor de la Camarco, de los más viejos, que conoce a los Macri desde que se iniciaron en la tarea de hacer negocios con el Estado, contó que «pelearse con Mauricio tiene riesgos, te aisla, te persigue hasta que logra correrte». Todo eso impacta, para los empresarios, en la escena general. Un grupo de los más encumbrados hombres de negocios en la Capital Federal lo sintetizaron de este modo: «en agosto del 2022, Juntos tenía una elección ganada, liquidada, que estaba para sentarse, organizarse, repartir las sillas y llegar a las PASO sin problemas. Y de repente se encontraron, en abril de 2023, con el partido dividido, segmentado y con candidatos como Lousteau, que no les genera ninguna garantía de nada y a Jorge Macri, que viene con su grupito y no tiene ninguna razón para ser apoyado masivamente para ser alcalde». En síntesis, de una elección casi ganada a una crisis interna sin final claro.

Los uruguayos de Mercado Libre y Globant

El aleteo de la mariposa en Buenos Aires sacudió las aguas al otro del charco. Los famosos «uruguayos» (por su radicación fiscal en ese país), los unicornios empresarios que comandan Marcos Galperín, de Mercado Libre y Martín Migoya, de Globant, sintieron fuerte el golpe: «hay mucha calentura con Mauricio, dinamita todos los puentes», le explicó a este medio uno de los ceos que permanece en el país vecino.

Los unicornios, los más interesados ideológicamente en la supervivencia del macrismo, creen que Larreta es la única alternativa posible de gobernabilidad. «Con Patricia esto es una anarquía y un caos», diagnostican al ver encuestas que, aún le dan mejor a la titular del PRO.

Un dirigente muy cercano a Migoya, sin embargo, se esperanzó: «esto de Bullrich es un microclima, a Horacio le va a ir mejor, y con este lío que armó Mauricio, más». Postales de una interna que pegó en el corazón de un establishment que ya estaba pensando en cómo moldear un futuro gobierno a su antojo.

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