presidente Alberto Fernández de ir a las PASO para definir las candidaturas de la coalición gobernante.
“Lo primero que decimos es que el peronismo no puede de nuevo tener otra proscripción por lo que eso genera. Es una situación de resistencia. Si uno está indefenso, se genera una resistencia. Y está ocurriendo por este partido judicial”, aseguró.
Kicillof y los objetivos del lawfare
Sin embargo, el armado no es sencillo en una cancha que está inclinada con todo el peso de lo que llama el “partido judicial”. Kicillof es claro en el reclamo y la impotencia: “No hay ninguna prueba para condenar a Cristina”.
Pero no queda todo en la sentencia: “El tribunal en el que debería apelar esta condena vergonzosa es de jueces que jugaban al fútbol en la quinta de Macri. Parece joda. Es ahí donde tenemos que ir a discutir si Cristina es inocente o culpable, cuando es claramente inocente”.
Y avanza un paso más allá: “Después, si eso termina de nuevo en que la condena queda firme, hay que ir a la Corte Suprema, donde hay cuatro jueces que están siendo cuestionados desde el manejo de la obra social hasta el consejo de la Magistratura, haber violado la división de poderes y haber sido nombrados por decreto de Macri”.
La respuesta a los medios hegemónicos
Finalmente, Kicillof le contestó a los medios de comunicación que se refirieron a la marcha de ayer para pedir por el fin de la proscripción como “un nuevo ataque a la Justicia”.
“Intentan modificar esta situación. Dijeron que fue un ataque del kirchnerimo contra la justicia. Todos los sectores que estaban representados ahí no estaban realizando un ataque. Al revés, fue una defensa a lo que significaría una justicia apegada a los códigos, a la Constitución”.
“Reclamar que la Corte Suprema no esté digitada por un chat del PRO no es atacar la a la Justicia. Es discutir y poner sobre la mesa que la sentencia a Cristina, que es una construcción arbitraria que tiene que ver con una movida política de un sector que no es ni original, nuevo, limpio y puro”, agregó.