Jorge Macri abrió el paraguas ante la posibilidad de un nuevo Plan V, pero para llevar a María Eugenia Vidal como candidata de consenso del PRO para la jefatura de Gobierno. «Yo voy a ser candidato, vaya quien vaya», lanzó el ministro de Gobierno porteño, que ve amenazada su candidatura si hay un acuerdo del ala dura del PRO con Horacio Rodríguez Larreta para que Vidal sea la candidata de todos los sectores. En el entorno del dirigente, creen que es más un sueño larretista que otra cosa y que ese acuerdo dificilmente ocurra, dadas como están las cosas en el PRO. No obstante, este diario pudo acreditar que Vidal dejó de ver la posibilidad de bajarse de una candidatura presidencial y pelear por la Ciudad como algo absolutamente descartado. Eso sí, solo lo haría si el resto se baja.
Hay una vieja historia entre Jorge Macri y Vidal que acá se podría repetir, casi de forma cíclica. Jorge Macri se perfilaba como el candidato a gobernador del PRO en 2015. En ese momento, su primo, Mauricio, le pidió primero a Gabriela Michetti y luego a Vidal que cruzaran la General Paz para pelear la gobernación. Vidal aceptó en un momento en que todos pensaban que era ir a una derrota con el peronismo. Esto trajo no poca animosidad con Jorge Macri, que terminó resignando su candidatura y compitiendo por otro mandato en Vicente López. Ahora que Jorge Macri decidió cambiar de distrito y va a pelear la Ciudad, si Vidal vuelve a caer como candidata de consenso se repetiría otra vez el mismo escenario: ella cercenandole el proyecto. Él no está dispuesto a dejar que eso ocurra.
DJ No me bajo
Por eso, Jorge Macri decidió plantar bandera de entrada y dejar en claro que en ningún caso se piensa bajar de la candidatura. «María Eugenia por ahora al menos es candidata nacional, no hay que subirla a la Ciudad antes que ella decida», indicó el ministro de Gobierno cuando le preguntaron cómo reaccionaría a un anuncio de ese tipo de Vidal (que, es cierto, ella no hizo). «A mí María Eugenia me manifestó que quería ser candidata a nivel nacional, la veo recorriendo el país y en los medios escuché esa postura. Tiendo a pensar que ella piensa en un proyecto nacional», la alejó lo más posible de la Ciudad.
Además, dijo que si Vidal decidiera presentarse «no cambia nada». «Yo voy a seguir siendo candidato», remarcó. «Después viene la elección y la gente elige, no es tan dramático», indicó. El mensaje fue claro: su postulación no depende de nadie, ni de Vidal, ni tampoco de lo que haga Larreta. «Si alguien me quiere bajar es porque tiene miedo de que gane», advirtió.
Jorge Macri también se diferenció de Diego Santilli, a quien criticó cuando pasó de ser vicejefe de Gobierno porteño a candidato bonaerense sin escalas. «Es distinto, porque yo me sumé a un equipo ya van a ser casi dos años de estar trabajando en la Ciudad. Entonces, mi venida a la ciudad no tiene que ver con un hecho puntualmente electoral, sino que me sumé a un equipo a darle experiencia y gestión, de volumen político. Yo viví más de 41 años en esta ciudad de Buenos Aires, tengo una historia más larga en esta ciudad de Buenos Aires, que en Vicente López». «Cuando era DJ en general tocaba más acá que en provincia. Fui DJ en la época de los vinilos, había que cargar el cajón de los vinilos. Salías después a las 6 de la mañana, 7, te ibas con fletes Salta, de vuelta a casa, cargando los bártulos», contó a FM Futurock.
El Plan V porteño
Por ahora, Vidal no es candidata a nada. Venía diciendo que iba a ser candidata a presidenta, pero en los últimos días sus palabras la van orientando hacia bajarse de esa posibilidad para 2023 y dejar que la contienda PRO sea entre Larreta y Patricia Bullrich. En ese escenario, lo primero que ocurrirá es que Vidal anuncie que no es candidata a presidente. Pero nada más. La decisión de jugar en la Ciudad o a nada se la reservará para un poco más adelante.
Hoy en la Ciudad hay un enfrentamiento entre Larreta y Macri. El exPresidente sostiene a su primo como el que debería ser el único candidato del PRO. Y Larreta juega a lo mismo con su ministro de Salud, Fernán Quirós, aunque todavía no lo explicitó. La tercera candidata, Soledad Acuña, tiene perspectiva de bajarse en los próximos días (o semanas) y de terminar siendo compañera de fórmula de alguno de los contendientes (los más posibles: Quirós o Martín Lousteau, pero ¿por qué no Jorge Macri?). En ese escenario, una candidatura de Vidal, se supone vendría a ordenar la escena: implicaría que haya un acuerdo entre Macri —que no vería mal esa posibilidad- y Larreta —que buscaba en 2021 que ella fuera su sucesora cuando la convenció de jugar en Ciudad— y que se bajen los otros tres. ¿Sucederá? Es difícil saberlo.
Lo que sí se puede saber es que en el entorno de Jorge Macri no están dispuestos a facilitar ese acuerdo, que lo excluye. «No es la candidata de la unidad de nadie. Y no hay ningún operativo clamor por ella, así que no cierra», señalan. La posibilidad de un Plan V porteño la ven más como «un sueño de Larreta» que como otra cosa. Creen que, por más que a Mauricio quizás no le disguste esa candidatura, no le va a conceder eso a Larreta (que era el del plan V original). Mucho menos, Patricia Bullrich, que intentó ser ella la candidata porteña en 2021. «Ninguno de los dos le van a hacer ese regalo a Larreta. Y Jorge tampoco», dicen cerca del ministro de Gobierno.
Y sobre todo subrayan que no se cumpliría la pretensión de Vidal de llegar sin contendientes. «Si decide ser candidata, va a tener que competir con Jorge y con el resto», remarcaban. Se supone que en ese escenario, Vidal no consideraría tan atractivo ir a pelear la Ciudad. (Aunque, ¿qué pasa si se bajan Quirós y Acuña y queda ella contra Jorge Macri y Lousteau? ¿Los derrota a ambos?).
El dato, en medio de todo esto, es que Vidal hasta hace un tiempo decía que era imposible que ella fuera a pelear la candidatura porteña. Dejaba en claro a quien la escuchara que no iba a ser candidata a jefa de Gobierno. Era la presidencia o no competir este año. «Ahora alguna chance hay», remarcan quienes la conocen. Lo que no significa que Vidal tenga decidido lanzarse, ni mucho menos. Solo que se abrió un horizonte de evaluación (y quizás de negociación con otros sectores). En todo caso, primero va a resolver la discusión por la presidencia -que tendrá que anunciar en los próximos días- y luego verá. Tiempo todavía le queda.