El cierre de alianzas en el oficialismo y la discusión sobre los términos en los que se disputará las PASO transitó momentos de incertidumbre y generó duros cruces que, a pesar del acuerdo final, no parecen estar saldados bajo el nuevo sello de Unión por la Patria (UP). El PJ bonaerense que conduce Máximo Kirchner se encargó de exponerlos en un comunicado donde cuestionó el intento del sector referenciado en el presidente Alberto Fernández de “judicializar” la discusión. El embajador Daniel Scioli contestó los cuestionamientos y aseguró que ganará la interna. En tanto, la Junta Electoral de UP aprobó el reglamento para todo el país donde establece que cada corriente deberá tener una lista propia en todos los niveles y, por lo tanto, no habrá juego a dos puntas.
Scioli salió a defenderse de los dardos del kirchnerismo en varias entrevistas periodísticas y aclaró que desde su espacio no buscan «judicializar la política». «Queríamos que se lleven a cabo las PASO, que la proporcionalidad sea integradora, tengo confianza en ganar e integrar a los otros sectores, es el objetivo», insistió. «Yo no soy títere de nadie ni candidato de nadie. Soy candidato de Daniel Scioli, punto. ¿Está claro?», sentenció. Con un tono parsimonioso, el exgobernador bonaerense destacó la gestión del presidente Fernández y planteó que el oficialismo va camino a las primarias para «garantizar la unidad, que es lo que reclamaron los gobernadores».
En la misma línea salió la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, enrolada en el sector albertista. «Veníamos de dos días de encuentros y charlas para instrumentar esta acta constitutiva del frente UP y había distintas miradas. Nosotros queríamos que se respetara la carta orgánica del PJ que históricamente tiene un piso del 25 por ciento para la minoría», dijo la ministra. Finalmente el piso en la PBA se estableció en el 30 por ciento.
Luego de la discusión por el piso necesario para la integración de las listas, apareció un nuevo foco de conflicto que es la exigencia que impuso el kirchnerismo y el massismo para la interna: que cada postulante a presidente deberá llevar una lista completa —senadores, diputados, gobernador, legisladores, intendentes—. En el caso de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, Scioli tendrá que llenar casilleros en los 135 distritos locales.
Las alianzas que teje el embajador en Brasil también abrieron un nuevo debate en el oficialismo. El precandidato de Unión por la Patria indicó que «su eje central de gobierno será el desarrollo productivo» y destacó la «gran experiencia» del exministro Matías Kulfas, quien renunció tras un fuerte enfrentamiento con Cristina Kirchner. «Tiene una gran experiencia, él puso en marcha una reindustrialización del país que ahora estamos viendo los resultados”, dijo Scioli. También confesó que mantiene conversación con el exministro de Economía Martín Guzmán, apuntado por el kirchnerismo por el acuerdo con el FMI. «Todos aportan sus ideas y sus experiencias. Tengo una muy buena consideración de ellos”, enunció.
Desde el entorno de la vicepresidenta, habló la senadora bonaerense Teresa García. Respecto a los posibles colaboradores de Scioli expresó: «Yo veo con un poco de espanto cuando me dicen o leo que Guzmán estaría cerca de ser legislador nacional. Las cosas tienen que tener premio y tener sanción. Hoy estamos padeciendo el acuerdo con el Fondo Monetario de alguien que lo ideó y lo llevó adelante», sostuvo.
Por otra parte, hizo referencia a las advertencia que lanzó Aníbal Fernández de judicializar el debate por la conformación de la coalición. «Apenas escuchamos que había amenazas de un proceso de judicialización, sentimos que estábamos ante un golpe bajo, ya que en el peronismo las diferencias se resuelven por los votos», remarcó Teresa García.
El senador Oscar Parrilli tampoco fue condescendiente con la postura del sector de Scioli y Tolosa Paz. «No corresponde amenazar con recurrir a los enemigos cuando hay alguna diferencia. No soy de la provincia de provincia de Buenos Aires, pero me solidarizo totalmente con el PJ de ese distrito porque lo que recibieron fue una extorsión. Amenazaron con recurrir a la Justicia y todos sabemos que detrás de eso está (el CEO de Clarín, Héctor) Magnetto», observó el hombre de confianza de CFK.
«Los que tuvimos la responsabilidad de acompañar los gobiernos de Néstor y de Cristina anhelamos que el proyecto continúe con los jóvenes que comenzaron a militar porque se entusiasmaron con las políticas que implementaron ambos desde sus gobiernos. Ojalá nos represente en estas elecciones un hijo de la generación diezmada», señaló el senador neuquino. En ese sentido, Parrilli agregó que en las filas del oficialismo «hay varios dirigentes jóvenes» en condiciones de asumir esa responsabilidad, y estimó que, aunque no quería «dar nombres, ‘Wado’ es uno de ellos».
En medio de la creciente tensión, Alberto Fernández aprovechó un acto en el Centro Espacial Punta Indio para hacer de cuenta de que la conflictividad interna es un problema menor. «Cristina y yo, por encima de cualquier diferencia, tenemos una misma imagen y un mismo objetivo sobre el país que queremos construir», expresó.