En los últimos días, se conoció una nueva anécdota sobre los extraños métodos para recaudar dinero del candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei. Esta vez, el mangazo no fue a un militante del partido o a alguien interesado en conseguir un lugar en la lista del libertario sino al orfebre Juan Carlos Pallarols, quien desde el regreso de la democracia fue el encargado de confeccionar los bastones presidenciales.
La anécdota, según relató el propio Pallarols, ocurrió dos años atrás, cuando uno de sus mejores clientes, el abogado y analista financiero Carlos Maslatón, le propuso que invitara a comer a Milei para que le contara sobre sus proyectos.
“Hace 2 años me dijo ‘invitálo a comer a Milei así te cuenta qué es lo que está haciendo’. Lo llamo, le pregunto y me dice: ‘sí, pero hablá con mi hermana y arreglá con ella’», recordó el orfebre.
Al llamarla para definir los detalles de la cena, la respuesta de Karina sorprendió a Pallarols. “Está bien, pero te voy a dar un numerito para que me deposites dos mil dólares”, le habría dicho la mujer, por lo que el orfebre decidió suspender el plan del posible encuentro.
El extraño pedido de Javier Milei
Días atrás, Pallarols involucró a Milei en otra anécdota más reciente. En una de las cenas que suele organizar en su taller, el orfebre reveló que hace un tiempo mantuvo una charla telefónica con el libertario en la que le pidió que le hiciera una vara de mando que contenga una “melenita de león”, en alusión al animal con el que se identifica.
Al no estar definido aún quién será el presidente de Argentina por los próximos cuatro años, Pallarols prefirió no comentar si cumpliría con ese presunto pedido o no, e indicó que “prefería respetar el proceso electoral”, aunque aclaró que sería un tema a conversar con quién resultara elegido.
Enojado con las repercusiones que tuvo la anécdota, Milei hizo una publicación en sus redes sociales para desmentir al orfebre. “Tremendo mentiroso. No saben siquiera armar una mentira. Siendo yo un bilardista fanático jamás me pondría la vestimenta de ganador hasta que no termine el partido”, afirmó recordando su fanatismo por el exdirector técnico de la Selección Argentina que logró el primer puesto en el campeonato de México 1986.
“Frente a esta mentira, en caso de ganar pediré de manera explícita que mis atributos no los haga Pallarols”, concluyó Milei.
Macri y sus sospechas sobre la «macumba» del bastón
Desde la llegada de Raúl Alfonsín al poder en 1983, Pallarols les hizo la vara de mando a todos los presidentes que estuvieron hasta ahora. Consultado sobre si alguna vez se había negado a realizar un bastón presidencial, el reconocido artesano aseguró que no, porque «respeta» la «voluntad del pueblo”.
Debido a esta trayectoria, tiene numerosas anécdotas. Una de las más famosas es la que se conoció en 2019 e involucra al expresidente Mauricio Macri.
Según reveló entonces el orfebre, uno de los motivos por los que Macri no habría aceptado en 2015 el bastón presidencial fue porque macumba-en-el-baston-presidencial» style=»background-color: rgb(255, 255, 255);»>sospechaba que ese símbolo de poder tuviera “una macumba” de Cristina Kirchner, en referencia a la práctica que suele ser malinterpretada como una maldición y utilizada peyorativamente para hablar de un hechizo, o algo relacionado a ello.
“Un día me llama una persona que dice ser gobierno entrante, yo nunca lo pude comprobar, y me pregunta si yo le había prestado el bastón a la presidente Kirchner para hacer una macumba”, relató el artesano años atrás. La respuesta de Pallarols ante semejante pregunta fue de sorpresa: “No sé si reírme u ofenderme”, contestó.
Tiempo después, Cristina Kirchner afirmó que ella conocía –a través de un amigo suyo que fue a verlo a Pallarols para que le haga una flor de plata para su esposa porque cumplían 25 años de casados– las sospechas del actual mandatario sobre la supuesta macumba: «Esa historia, que ahora cuenta Pallarols, que es cierta, yo la sabía. Tenía la primicia”, dijo entonces.
«Cualquier otro hubiera hecho una operación de prensa” con esa información, reflexionó la expresidenta, pero “si yo lo hubiera dicho, salgo en la tapa de ya sabemos donde revolviendo un caldero y con un sombrero de punta: la bruja”, fue la comparación que trazó sobre el tratamiento mediático que se le hubiera dado al acontecimiento.
Cristina Kirchner recordó que es costumbre desde 1983, cuando Pallarols comenzó a confeccionar los bastones presidenciales, que los argentinos pasen y le den un golpe de martillo a la parte de metal “como un símbolo de que el nuevo presidente viene con la fuerza de los millones de argentinos”, dando a entender que ese fue el disparador de la imaginación del mandatario.