Desde San Miguel de Tucumán
Tucumán será, este sábado, el kilómetro cero de la segunda etapa de campaña de Unión Por la Patria. Acompañado por una multitudinaria comitiva proto presidencial, Sergio Massa arribó por la tarde a San Miguel de Tucumán en la previa de un relanzamiento de campaña que tiene un solo objetivo: llegar, como sea, a un ballotage, con Javier Milei. Lo que originalmente era un acto proselitista acompañado por el músculo tradicional del PJ – gobernadores y la CGT – terminó mutando, sin embargo, en lo que será la primera imagen de unidad panperonista luego de la derrota de las PASO. El objetivo del comando de campaña de UxP es ofrecer un “hecho político” que deje una señal clara de la reorganización interna luego de los pases de factura internas por la derrota. Y la decisión de elegir Tucumán como plafón desde donde enviar esta señal de largada no fue aleatorio: el Norte grande constituye, junto al conurbano, la principal esperanza de UxP para remontar los votos que lo separan para entrar a una segunda vuelta. «No nos van a elegir la agenda desde afuera», exclamó el ministro candidato por la noche, precalentando para el acto del sábado.
Sergio Massa arribó a San Miguel de Tucumán pasadas las 19.30 en un avión militar repleto, hasta el tope, de la máxima dirigencia de UxP. A excepción de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, no faltaba nadie. Estaban Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Waldo de Pedro, que intercambiaban chistes y abrazos con un Massa expansivo que se movía como el líder de orquesta. “Sergio tiene todo el respaldo del kirchnerismo, si no mirá este avión”, deslizó un dirigente massista. El sábado será, sin embargo, la primera vez que Kirchner se muestra en público desde las PASO. La Cámpora viene de mantener un denso silencio desde la derrota (y la devaluación del día siguiente), por lo que la presencia de los tres dirigentes más cercanos a CFK apunta a dejar en claro que la segunda etapa de la campaña será con todo el kirchnerismo abroquelado detrás de la candidatura – y liderazgo – del ministro de Economía. Ya el jueves al mediodía habían realizado un asado en San Telmo con el objetivo de organizar la previa del viaje a Tucumán, pero también para reordenarse internamente y discutir la estrategia electoral de cara a octubre.
El encargado de recibirlos en el aeropuerto fue Juan Manzur, anfitrión y coordinador de todo el encuentro. Manzur había sido el encargado de llamar, uno por uno, a todes les dirigentes, inaugurando así su flamante protagonismo dentro del esquema de campaña de UxP. Su idea original había sido la de convocar a los gobernadores para dar una imagen de respaldo federal a la candidatura de Massa – que significó, en la práctica, que el gobernador tucumano debiera declinar su propia candidatura a vice de De Pedro -, pero se fue expandiendo. Había más de una decena de diputados y senadores nacionales – como el jefe de bloque oficialista en Diputados, Germán Martínez, Carlos Selva, Ramiro Gutiérrez, Juliana Di Tullio -, y gran parte del gabinete nacional. Estaban el candidato a vicepresidente, Agustín Rossi, y Victoria Tolosa Paz, Jorge Taiana, Kelly Olmos, Matías Lammens y Juan Manuel Olmos (el vicejefe de Gabinete que, al igual que Manzur y Malena Galmarini, también comenzó a tener un rol cada vez más preponderante en la campaña). Estaba, a su vez, la primera línea massista, como la titular de AYSA y Cecilia Moreau.
“Esta es la demostración del compromiso de todo el peronismo con Sergio Massa”, afirmó una de las cabezas de campaña mientras bajaba del avión y señalaba a la comitiva. Desde Tucumán, una de las provincias que – junto a Salta, La Rioja y La Pampa – UxP se entusiasma con poder recuperar los votos que se perdieron desde 2019 a manos de la ola libertaria, el comando de campaña apunta a imprimirle a la nueva etapa una mayor cuota de territorialidad que, consideran, falló en la primera etapa. Intendentes, gobernadores, referentes territoriales: hay una coincidencia que la mayoría apostó al pago chico y se desentendió de la PASO nacional pero que, ahora, con los distritos asegurados la situación cambiará. «Pónganse las pilas que se van a quedar sin coparticipación», les dijo el propio Massa en más de una reunión.
La foto de unidad en Casa de Gobierno
«No nos van a elegir la agenda desde afuera. La agenda del desarrollo la vamos a decidir los argentinos», afirmó Massa cuando la comitiva arribó a la primera parada: la Casa de Gobierno de Tucumán. La excusa era la firma de una serie de convenios de obras y créditos en las provincias con el objetivo «romper definitivamente con la asimetría y la dificultad que muchas veces el norte argentino tiene que enfrentar para su desarrollo», como sostuvo Massa, pero en la práctica permitía ofrecer la primera foto de familia de UxP. Estaba la primera línea sindical – como Pablo Moyano, Héctor Daer, Hugo Yasky y Gerardo Martínez -, dirigentes sociales – como Emilio Pérsico y el «Chino» Navarro – y casi todos los gobernadores peronistas.
«El sueño de de desarrollo de un país federal supone un pacto federal en el que las provincias tengan más recursos para su desarrollo, y no ese modelo de país que pretende la eliminación de la coparticipación y que cada uno se arregle como sea», afirmó, aludiendo a la promesa de Milei de acabar con la coparticipación federal y la inversión en obra pública. Promesa – o amenaza – que tiene a todos los gobernadores nerviosos al punto de que uno de los presentes, el riojano Ricardo Quintela, ya había advertido que renunciaría en el caso de que Milei fuera electo presidente.
«Les quiero pedir con mucho respeto que pongamos el máximo esfuerzo. Que nos tomemos el trabajo de contarle a los argentinos lo que queremos hacer. De pedir perdón por los errores que hayan cometido aquellos que siendo parte de nuestro espacio hayan fracasado en sus decisiones. Y sobre todas las cosas de tener la grandeza de invitarlos a soñar», finalizó el ministro de Economía. El pedido de disculpas por los errores que habían cometido algunos funcionarios nacionales – en línea con la frase de CFK «funcionarios que no funcionan» – no es una novedad, sino que se inscribe en el plan de Massa para esta segunda etapa: posicionarse no ya como candidato del gobierno nacional – buscando separarse lo más posible de la presidencia de Alberto Fernández -, sino como candidato del próximo gobierno.
Finalizado el encuentro, Massa, los gobernadores y gran parte de los dirigentes sindicales y sociales partieron hacia la residencia de Manzur para participar de una cena privada y organizarse para el plato fuerte de la jornada: el acto masivo en el Hipódromo a las 15 horas que serviría como plataforma del relanzamiento de campaña.