En la pelea entre los candidatos de derecha parece valer todo. Javier Milei buscó pegar por debajo del cinturón y afirmó que Patricia Bullrich fue una «montonera tirabombas». El ex presidente Mauricio Macri salió en su defensa y dijo que la candidata de JxC había evolucionado y cambiado desde sus tiempos juveniles. Bullrich también le respondió a su rival de La Libertad Avanza: «Yo superé la violencia. Él la sigue ejerciendo a los 50 años». En la presentación de su libro, más tarde, diría que no acuerda con quienes «quieren aplastar al otro como una cucaracha».
Todo comenzó con un Milei argumentando que él no es violento: «Desde que me metí en política no insulté más. Es algo que no hago más y sin embargo todo el tiempo lo están trayendo. Imagínense que estemos todo el tiempo diciendo ‘Bullrich era montonera y metía bombas en los años setenta'». Y luego insistió: «Tirar bombas está mal, ¿no? Y están poniendo una candidata a presidente que tiraba bombas en los setenta, vamos. Era bien peronista. Y bien peronista de izquierda”, remarcó.
Bullrich siempre negó haber participado en operativos de Montoneros -aunque algunos libros la ubican en acciones con su nombre de guerra «Kali»-, y mucho menos poner bombas. Contó que militaba en la JP y en una unidad básica.
“Yo superé la violencia hace muchísimos años, muy joven”, le respondió Bullrich, apenas pudo. «Él la practica cuando tiene 50 y pico. Cuando dice que las personas son cucarachas, cuando plantea que todos los periodistas son ensobrados o cuando no acepta que alguien le discuta, tiene un nivel de violencia fuerte. Se le nota”. Macri también lo había caracterizado como violento a Milei apenas volvió de su viaje.
El expresidente salió en defensa de la candidata: «Ella tuvo una experiencia en el pasado que no se identifica como montonera, pero en la JP, en la cual tenía un carácter, era una edad y uno aprende y evoluciona. Y ella es la primera que condena la violencia», remarcó.
Modo Gandhi
Bullrich insistió con que el violento es Milei: “Al que piensa distinto, le dice que es una cucaracha. O peor, le dice que es un mogólico, que es una palabra absolutamente ofensiva. Esa es una violencia muy fuerte, ejercida en el tiempo actual. Me parece que es muy importante entender que cuando transformás a la persona en una cucaracha, decís que es un animal al que podés aplastar con el pie, bueno, eso es violencia”, remarcó Bullrich. El historial reciente de la exministra de Seguridad incluye la justificación de policías y prefectos que matan por la espalda, pero ante Milei parece haberse transmutado en Mahatma Ghandi.
Luego insistió en que ella cambió. «Soy de las pocas de esa generación que lo ha dicho siempre con claridad y sinceridad, soy sincera. Entonces usar ese recurso es no aceptar que las personas puedan… Como le pasó a Pepe Mujica, a Dilma Rousseff o a Michelle Bachelet, que participaron de determinados momentos históricos en sus países y que después tuvieron una mirada totalmente distinta porque la vivieron, saben lo duro que es vivir esas circunstancias y quieren cambiar, no quieren ni para sus hijos ni para sus nietos la violencia”, afirmó Bullrich.
El libro
Hacia la noche, Bullrich presentó un libro con propuestas en un acto de campaña que la ubicó en el centro de un escenario, con la compañía de Luis Petri, su candidato a vice. Sentados en el público estaban Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Cristian Ritondo y buena parte de la conducción radical. De todos esos, Bullrich mencionó en momentos de su discurso a Macri y a Ritondo.
En el libro De un día para otro, la candidata enumera las medidas que piensa tomar en las primeras 24 horas de su eventual gobierno. En su discurso, volvió a retomar sus críticas a Milei: «Hace 40 años lloramos cuando volvió la democracia. Y vamos a llorar de nuevo cuando se termine la teoría de la construcción de un enemigo, donde al otro hay que aplastarlo como una cucaracha. Nosotros no aplastamos a nadie como una cucaracha. No creemos en las ideologías que destruyen al ser humano».
También le apuntó, por supuesto, al gobierno actual: «El caos es total. Nosotros planteamos que queremos un país ordenado. Recién tardé 45 minutos para llegar de acá a 20 cuadras. Estaba todo cortado. Es salir de los piquetes, de las amenazas de los sindicatos que te bloquean empresas, es salir de una inflación que te mata, es salir de un ministro como Massa que te inventa planes platita destruyéndoles la vida a los argentinos».
«Vamos a terminar con el kirchnerismo para siempre. Somos los únicos que lo podemos hacer», sostuvo la dirigente que nunca repudió el atentado a Cristina Fernández de Kirchner. Pero de algo se dio cuenta, porque luego aclaró: «No se quejen, no hablamos de las personas, hablamos de una ideología que ha generado la destrucción de nuestro país. A las ideologías que destruyen hay que sacarlas de la vida democrática».
Cerró su discurso con un tema de Los Beatles (Can’t buy me love) que entró a destiempo y la cortó, pero que buscaba ejemplificar esta extraña nueva onda de amor y paz.