A solo una semana de las elecciones generales, Sergio Massa cambia el traje de ministro por el de candidato y encara el sprint final de la campaña por el interior del país. Interrumpida brevemente por la gestión de la corrida cambiaria, el candidato presidencial de Unión por la Patria retomó la gira federal con la que imagina cerrar la última etapa de la carrera al 22-O. Desde Mendoza, una provincia que ha probado ser difícil para el peronismo en las últimas elecciones, Massa se reunió con empresarios del turismo y de las economías regionales y advirtió sobre los peligros para el sector si sus competidores – tanto Javier Milei como Patricia Bullrich – aplicasen algunas de las iniciativas que deslizaron en el último debate presidencial. «No hay ninguna posibilidad de resolver ni vía bimonetarismo ni vía dolarización los problemas de la Argentina», afirmó el ministro candidato desde San Rafael. Luego, partió a San Juan, desde donde volvió a reafirmar su voluntad de conformar un «gobierno de unidad nacional».
Acompañado por el secretario de Industria, «Vasco» de Mendiguren, el embajador en Brasil, Daniel Scioli, y el intendente Omar Félix, Sergio Massa encaró una gira por Cuyo con un objetivo claro: mostrarse como el único candidato (competitivo, al menos) que tiene propuestas concretas para las Pymes, las economías regionales y el turismo. «Hay cosas que a uno los shockean. Cuando en el debate pregunté si iban a continuar con Previaje como política de empleo en el sector hotelero gastronómico la respuesta que tuve de una candidata fue que era un ‘plancito’ y que era un gasto. Y no fue Myriam Bregman la candidata», deslizó un jocoso Massa frente a productores regionales y la Cámara de Turismo de Mendoza, en San Rafael. El mensaje contra Patricia Bullrich no era casual: el Previaje, de acuerdo a los sondeos y focus que manejan en el equipo de campaña de UxP, es una de las políticas con mayor imagen positiva de la actual gestión.
«Tenemos que superar un problema histórico que es que salen mas dólares de los que entran. Y cada vez estos ciclos se producen pasan dos cosas: tomamos mucha deuda y vienen los procesos de restricción con ajuste, devaluación de nuestra moneda… yo no quería eh», ironizó Massa y apuntó contra la propuesta de dolarización de Javier Milei: «No hay ninguna posibilidad de resolver ni vía bimonetarismo ni vía dolarización los problemas de la Argentina, sin que eso tenga un primer impacto de destrucción del salario y un segundo impacto de destrucción de empleo».
En el massismo se cuidan, hace semanas, de no apuntar personalmente contra Milei, sino contra sus propuestas. «No hay que perder el tiempo con denuncias, sino hablar de medidas. De cómo Massa se puso al frente de la corrida, de los operativos desbaratando cuevas», precisó uno de los armadores massistas. En este sentido, la denuncia de Alberto Fernández por «intimidación pública» contra Milei por haber agitado la corrida cambiaria de los últimos días cayó pésimo en el equipo de campaña de UxP, desde donde aseguran que solo le sirvió al candidato de La Libertad Avanza para «victimizarse». «Si nosotros hablamos de un gobierno de unidad nacional no podemos ir y denunciar al líder de uno de los partidos», agregó un dirigente del Frente Renovador.
Massa viene agitando la consigna del «gobierno de unidad nacional» hace un par de semanas y la gira por Mendoza y San Juan no fue una excepción. «El 10 de diciembre empieza una etapa nueva en la Argentina. Vamos cumpliendo, desde el punto de vista político, ciclos que de alguna manera nos ponen en la responsabilidad de empezar etapas nuevas. Argentina necesita inexorablemente la construcción de un gobierno de unidad nacional. Necesita salir del círculo vicioso en el que cada uno de los sectores obstaculiza al otro», afirmó desde el centro de convenciones de San Rafael. El ministro de Economía tiene un vínculo aceitado con distintas terminales del PRO, el radicalismo y el peronismo antikirchnerista y son varios los nombres que circulan como posibles integrantes de un nuevo gobierno de coalición en el caso de que Massa fuera electo presidente.
«Nadie se puede sorprender si el 10 de diciembre alguien que está hoy en el PRO, el radicalismo, la izquierda, de sectores del mundo empresario del mundo del trabajo es parte de mi gobierno. Creo que la salida de la Argentina se construye entre todos», reafirmó, nuevamente, Massa desde San Rafael. Luego lo repetiría en San Juan. En el armado massista no quieren adelantar nombres ni cargos antes del 22 de octubre, pero anticipan que, de confirmarse el escenario que todas las encuestas privadas les están dando – es decir, un ballotage entre Milei y Massa -, preveen que habrá un importante sector de la oposición que se pronunciará públicamente en su favor.
Después de recorrer San Rafael, en donde visitó la obra de ampliación del gasoducto Néstor Kirchner que permitirá abastecer la zona Sur de Mendoza, Massa se tomó el avión y viajó a San Juan. Allí se reunió con el gobernador Sergio Uñac, quien, como muchos otros gobernadores peronistas, recibió una paliza el día de las PASO. En San Juan, el candidato libertario superó a Massa por cinco puntos – poco menos de 50 mil votos – y el oficialismo se esperanza con dar vuelta el resultado.
En San Juan, el ministro candidato recorrió una planta de paneles solares y se reunió con un grupo de mujeres empresarias y trabajadoras en el ámbito público y privado. Ya por la noche, participó en un conversatorio con empresarios y académicos universitarios de la provincia, desde donde volvió advertir sobre las consecuencias de la implementación de las políticas que propone el candidato libertario. «Es importante que tengamos en claro que están en juego dos proyectos de país. El país federal contra el país unitario. La idea de sacar el régimen de coparticipación federal es ni más ni menos que condenar a las provincias a la soledad y abandono», advirtió primero y, finalmente, decidió hablarle a «las mujeres sanjuaninas»: «Cada mamá que vaya a la urna sepa que tiene que elegir entre una notebook en la mochila de su hijo, como planteamos nosotros, o su hijo con un arma en la mochila como quiere Milei».