«No hay nada de original en el modelo económico que propone Milei. Es un copy-paste de un pasado que demostró ser muy costoso para Argentina, por el daño social que generó y por la deuda que heredó a las generaciones y gobiernos posteriores». De esta manera concluye el informe que el doctor en economía Guillermo Oglietti, de Celag, elaboró analizando la plataforma electoral del libertario presentada a la Justicia Nacional Electoral.
Una base de acción política con propuestas generales del estilo «fomentar las inversiones privadas» con las que ningún candidato estaría en contra; otras propuestas que ya existen, como es el caso de pedir evidencias de su especialidad a los profesionales de la salud para trabajar en el PAMI, exigencia que actualmente es un requisito para acceder al cargo; muchísimas ya puestas en práctica en gobiernos neoliberales anteriores con resultados económicos y sociales muy negativos. Y, finalmente, tres originales sin mucho detalle: la eliminación del Banco Central, de la coparticipación e implementar vouchers educativos. De esta forma resume Oglietti la pata económica de la plataforma de trece páginas que La Libertad Avanza presentó ante la Justicia Nacional Electoral.
«Milei promete que desarrollará su plan económico en tres etapas que requerirán unos 35 años para ser implementadas íntegramente. No especifica cómo podrá perpetuar sus políticas durante 8,75 gobiernos», agrega Oglietti, que asegura que al no detallar el tiempo que le tomará llevar adelante cada etapa, también le atribuye mala praxis.
Poco novedoso
En el plan oficial de La Libertad Avanza existen 64 propuestas de carácter económico, de las cuales Celag seleccionó 27 relevantes para comprar con otras tres experiencias conocidas de políticas neoliberales en Argentina: la Dictadura Militar, apoyando la conducción económica de José Alfredo Martínez de Hoz entre 1976 y 1983, el programa económico diseñado y conducido por Domingo Cavallo durante los gobiernos de Menem y De la Rúa entre 1991 y 2001 y, por último, la experiencia de cuatro años de gobierno de Mauricio Macri y sus cuatro ministros de Economía entre 2016 y 2019.
«Milei se definirá como un austríaco o anarcocapitalista, pero su plan se parece en un 90 por ciento a los programas neoliberales que acumularon tres experiencias de fracasos en nuestro país», adelantan desde Celag. Haciendo doble click en cada gestión neoliberal, el programa económico de Milei coincide en un 70 por ciento con la política económica impulsada por Cavallo; un 68 por ciento con el que puso en funcionamiento Martínez de Hoz ; y tiene un 63 por ciento de coincidencias con el del gobierno de Macri.
Dentro de las propuestas repetidas, se encuentran la apertura comercial y financiera; la eliminación de la política fiscal; la flexibilización laboral; el aumento de la iniciativa privada y el emprendimiento; el aumento de la emigración para quienes busquen mejores empleos; las privatizaciones de empresas y servicios públicos, como salud y educación. También la eliminación de la política monetaria y el sistema previsional de capitalización, propuesta implementada completamente durante la Convertibilidad y de enormes consecuencias fiscales.
«Transferirle los aportes y contribuciones a las AFJP le costará al país una reducción de los ingresos de casi el 6,7 por ciento que se transferirán a las AFJP. El gobierno continuaría haciéndose cargo de los pagos a los actuales jubilados y pensionados que equivalen a casi el 8 por ciento del PIB. ¿Como financiará esos gastos el gobierno? ¿Emitiendo más deuda por la que la sociedad tendrá que pagar intereses adicionales, que en los actuales niveles de gasto equivaldría a casi un 1 por ciento del PIB anual adicional? Es decir, tendría que asumir un déficit de casi el 9 por ciento del PIB adicional durante varios años hasta que el régimen de capitalización funcione plenamente», se pregunta Oglietti.
Salto al vacío
Dentro de las propuestas originales, el informe de Celag dedica un apartado especial al modelo de «dolarización» que plantea Milei. «No solo se pierde soberanía monetaria, también se perderá soberanía política y económica. Con dolarización hasta debe pedirse permiso a la Reserva Federal de EE. UU. para renovar los billetes viejos», explica el informe de Celag.
Además, Oglietti adelantó que la inflación no va a detenerse con la dolarización. «Va a disminuir, pero la inflación también depende de variables estructurales como la productividad y la competencia de los mercados, que avanzan más lento en países medianos como Argentina. La inflación continuará con la dolarización, y aunque será más baja casi siempre será mayor a la de Estados Unidos, y poco a poco iremos perdiendo competitividad internacional. A la larga, Argentina será un país muy caro, como lo son en la actualidad El Salvador, Panamá y Ecuador, y ya no serán atractivas las inversiones productivas en el país», detalló.
Sobre los vouchers educativos, otra de las propuestas «originales» del candidato, puso com ejemplo las manifestaciones de los estudiantes chilenos en contra del esquema de educación privado. «Los vouchers aumentarán transitoriamente la demanda de alumnos en instituciones privadas, que podrán aumentar los precios a su antojo. Es decir, no le permitirán el acceso de las familias de bajos ingresos a la escuela privada y encarecerán el servicio para las familias de ingresos medio, las principales damnificadas». Sobre eliminar la coparticipación, Celag considera que no hay detalles de esta propuesta para analizar la medida.