En la audiencia de conciliación que este jueves sostendrá la titular del juzgado civil número 11, Alejandra Débora Abrevaya, con los representantes legales de la lista oficialista y la opositora que participarán de las elecciones de Boca, puede empezar a despejarse la incertidumbre respecto de si efectivamente, se votará o no el próximo domingo 3 sobre el mismo campo de juego de la Bombonera.
El fallo de la magistrada suspendió los comicios sin fecha «hasta tanto se defina en su caso judicialmente la situación de irregularidades detectadas prima facie del padrón». Por lo que en la audiencia se tratará de llegar a algún tipo de acuerdo que posibilite que se respeten los plazos estatutarios previstos y los socios puedan elegir si Juan Román Riquelme por el oficialismo o Andrés Ibarra con el respaldo de Mauricio Macri por la oposición será el próximo presidente de la institución.
La oposición impugna el pase de adherentes a activos de 13.363 socios durante 2021 en tanto que el oficialismo sostiene que todos los socios incluidos en el padrón esta habilitados para votar y que cuando a fines de ese año se cerraron los padrones, ningún sector político del club impugnó el proceso. «El oficialismo quiere truchar la elección» señaló Ibarra, ex Ministro de Modernización del estado durante la presidencia de Macri.
Riquelme, por su parte, responsabiliza a la oposición de no querer permitir la participación de los socios y los hinchas y denuncia que el proyecto opositor incluye la privatización del club. «Esta gente no puede pisar la cancha nunca más porque no son hinchas y nos quieren robar el corazón» sostuvo el ídolo y candidato a presidente a propósito de la construcción de un nuevo estadio para 105 mil espectadores en los terrenos de Casa Amarilla.
De acuerdo a fuentes del oficialismo boquense, el apoderado Walter Krieger se avendría a reconocer en la audiencia sólo 3600 casos de pases irregulares o discrecionales para facilitar la concreción de las elecciones. Desde la oposición en cambio, el equipo legal que encabezado el abogado macrista Javier Medín no estaría dispuesto a dejar pasar ninguna situación y exigiría que se bajen del padrón los 13.365 socios cuestionados antes de habilitar la votación del domingo.
Si se mantuviera el conflicto y empezarán a regir los plazos legales, Boca podría entrar en un delicado limbo político e institucional. En caso de no poder votarse el próximo domingo 3, la elección podría pasar para el domingo 17. Y si ni siquiera se llegara a ese día, podría extenderse el actual mandato presidencial de Jorge Amor Ameal y el comicio pasaría recién a marzo de 2024. Según especulan en las cercanías de Riquelme, Macri pretende que la elección se realice luego de la asunción del nuevo gobierno de Javier Milei para poder controlar su legalidad a través de las nuevas autoridades de la Inspección General de Personas Jurídicas.
Luego de quedar eliminado de la Copa Libertadores de 2024, el plantel profesional de Boca fue licenciado hasta el 26 de diciembre. En esa fecha, debería arrancar la pretemporada con un nuevo entrenador. Pero la incertidumbre política e institucional complicaría su nombramiento así también como las altas y bajas de los jugadores. Si Boca no vota el domingo, entrará a un etapa en la que nadie podrá tomar decisiones dentro y fuera de la cancha.