Diputados fue el escenario de todas las negociaciones contrarreloj para evitar que termine de eclosionar la ruptura de Juntos por el Cambio, que ya es un hecho, pero que puede tardar un tiempo más en manifestarse. Los gobernadores cambiemitas hicieron su jugada para comenzar a crear un bloque propio: armaron una bancada que conducirá Miguel Angel Pichetto y cuyo nombre será «Cambio Federal». Los radicales finalmente concluyeron las negociaciones para tener un bloque único conducido por Rodrigo de Loredo. El PRO, en tanto, tuvo una álgida reunión con todos sus integrantes y acordaron no romperse en pedazos, al menos, por tres meses. Una tregua de 90 días, eso fue lo que acordaron. Y una mesa política colegiada que represente a todas las facciones. El jefe de bloque seguirá siendo Cristian Ritondo.
Juegan los gobernas
La liga de gobernadores de JxC se mostró interesada desde un comienzo en vincular las negociaciones en el Congreso con las que van a tener ellos con el gobierno de Javier Milei por los recursos. No obstante, el encuentro de la semana pasada —donde querían hacer una demostración de poder ante el gobierno entrante— terminó muy mal: se pelearon a los gritos con los diputados de Patricia Bullrich.
Ahora, los gobernadores cambiemitas siguen delineando un plan, en especial aquellos que vienen del PRO. Y la primera manifestación será un nuevo bloque de nueve diputados que se llamará Cambio Federal. «Es un bloque espejo del que ya existe en el Senado y que está dentro del interbloque de Juntos por el Cambio», detallan los armadores.
El elegido para conducirlo es Pichetto, excompañero de fórmula de Mauricio Macri y actual auditor general de la Nación. Junto a él estarán Emilio Monzó y Nicolás Massot, así como Margarita Stolbizer (un grupo que se viene moviendo en conjunto). Y, de forma sorprendente, también Ricardo López Murphy.
Además, habrá dos integrantes que responden a los gobernadores: el sindicalista chubutense Jorge “Loma” Ávila, que responde a Ignacio Torres, y el entrerriano Francisco Morchio, hombre de Rogelio Frigerio.
Así se empieza a delinear un bloque ligado a los gobernadores PRO filoperonistas (los del radicalismo tienen sus propios problemas, de los que se habla más adelante). No hay que descartar más incorporaciones a futuro, si se suman algunos de los gobernadores de la región cuyana.
Tregua PRO
Fueron largas jornadas de negociaciones para llegar a la reunión del bloque PRO, este miércoles por la tarde, sin que la sangre llegara al río. Estaba todo listo para que la bancada estallara en dos e incluso en tres partes. Pero finalmente eligieron darse una tregua por 90 días. Después de ese tiempo, se verá.
En el encuentro, acordaron que Ritondo seguirá presidiendo el bloque, pero también que habrá una mesa política colegiada que lo acompañará y que tiene que tener integrantes de cada sector (larretistas, bullrichistas, macristas).
El larretismo llevó la voz cantante en el encuentro a la hora de poner límites al oficialismo que pretende Bullrich. La figura que encabeza ese planteo es María Eugenia Vidal. Lo primero que plantearon es que el PRO no cogobierna ni habrá alimenamiento automatico para votar las leyes, por más que haya funcionarios en el gobierno de Milei. «No nos vamos a enyesar el brazo para decirle que sí a todo», fue la imagen que eligieron los larretistas.
Lo segundo que acordaron es que serán una «oposición responsable». Ni bloqueos de quórum, ni otras prácticas que usaron con el gobierno saliente. La idea será discutir ley por ley, algo en lo que —en este momento— coinciden larretistas y macristas. No está claro que harán los legisladores de Bullrich.
Por lo pronto, formarán la mesa política y se darán tres meses para ver cómo funciona la bancada y cómo avanza el gobierno de Milei. Sobre el bloque de los gobernadores, hubo algunos comentarios en el encuentro. Uno de los participantes advirtió a la salida que Nacho Torres tiene una banca en ese bloque y otra en el del PRO: «Un jugador de todas las canchas», dijo.
Unificación radical
Los radicales, en tanto, completaron su danza de unificaciones y fracturas. Llegó el final de los mandatos y todos esperaban que se reunificaran los dos bloques de la UCR (el oficial y el de Evolución) que se mantenían separados. Todo iba en esa dirección hasta que se empezó a volver irresoluble la disputa por quién iba a conducir el bloque: Rodrigo De Loredo o Facundo Manes.
Los de Manes aseguraban que darle la presidencia a De Loredo era tener otra vez un dirigente dócil a los mandatos de Macri. De Loredo desmintió esto, si bien dijo que su idea era dar quórum a las iniciativas de Milei y no ser «obstruccionista». Hubo votaciones impugnadas y una nueva fractura donde quedaron 23 bancas del lado de De Loredo, apoyado por el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, y otras 12 bancas del lado de Manes, respaldado por el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
Pero no estaba dicha la última palabra: tras intensas negociaciones durante todo el miércoles, hacia la noche acordaron formar un único bloque de 35 bancas, que será presidido por De Loredo. Manes será impulsado como vicepresidente tercero de la Cámara baja (un lugar que hoy ocupa Julio Cobos). Además, Karina Banfi será vicepresidenta primera del bloque, mientras que Soledad Carrizo seguirá en la secretaría parlamentaria.
Tras la fumata blanca, emitieron un comunicado en el que indican que «la unificación alcanzada resulta un paso imprescindible y necesario en la compleja situación que atraviesa nuestro país, atento a los desafíos que tendrá la Unión Cívica Radical en esta nueva etapa».