Luego de haber denunciado públicamente los perjuicios que arrastrará el freno de la construcción de dos reactores nucleares en la provincia de Buenos Aires y el ajuste general dispuesto por el Gobierno en ese sector, la doctora en física reconocida a nivel internacional Adriana Serquis renunció a su cargo como titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

La dimisión fue tomada simultáneamente con el número dos de esa área Diego Fabián Hurtado de Mendoza, quien también había compartido sus objeciones a las políticas de recortes dispuestas en esa área por el presidente Javier Milei.

Ni lento ni perezoso y acostumbrado a las renuncias de funcionarios en áreas clave, el gobierno nacional resolvió rápidamente aceptar el alejamiento de ambos y en un mismo decreto designar sus reemplazos.

Quien estará al frente de la CNEA a partir de ahora será Germán Guido Lavalle, exrector de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) que también tuvo formación en casas de estudio estadounidenses y hombre ligado a la vida académica en distintas casas de estudio estadounidenses y de El Salvador.

La salida de Serquis era previsible. Desde la asunción de Javier Milei y la llegada de sus recortes en la administración nacional, la física e investigadora principal del Conicet había puesto el grito en el cielo y hasta se negó públicamente a despedir personal.

«Estamos preocupados. Todo el personal es calificado y elegido para cumplir funciones muy particulares. Empieza a haber mucho temor. Yo no estoy dispuesta a firmar ningún despido«, declaró el mes pasado.

También denunció que «no hay un plan nuclear entendido y por eso no sabemos adónde vamos” y sostuvo que en el Gobierno “hay un desconocimiento de qué es lo que se quiere hacer».

Inclusive había advertido que la decisión de frenar la construcción del reactor CAREM-25 en la localidad bonaerense de Lima y del RA-10 en el Centro Nuclear de Ezeiza generaría una nueva “fuga de cerebros”. Se pierden «posibilidades concretas de exportación», señaló la doctora en Física formada en la UBA y el Instituto Balseiro, que en 2014 ganó el Premio Nacional L’Oréal-Unesco Por las Mujeres en la Ciencia.

«Cada proyecto de esto lleva muchísimos años por lo que su detención representa mucho costo», lamentó a principios de añoy en las últimas horas volvió a hacer oír su voz, tal como lo hizo cuando declaró como encargada de haber dirigido el análisis de muestras y pruebas durante el juicio por el asesinato de Rafael Nahuel, a manos de prefectos del Grupo Albatros comandatos por Patricia Bullrich en 2017.

«El problema presupuestal es grave no sólo para los grandes proyectos sino para toda la operación” de la CNEA. Por lo tanto, “sin un plan concreto es muy difícil saber cómo evitar que estas obras sufran mayores daños y acaben siendo ineficientes en su inversión», dijo a la agencia Reuters.

Esta mañana, a través del Boletín Oficial, se conoció tanto la aceptación de su renuncia al cargo como el nombre de su reemplazante. El Decreto 380/2024 firmado por el presidente Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, designó a Lavalle en el lugar que dejó Sarquis y a Luis Alfredo Rovere, como vicepresidente de ese organismo.

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