El 18 de julio de 1997, Laura Ginsberg tenía 39 años. Ese día, en el acto por el tercer aniversario del atentado contra la AMIA, se plantó en el escenario: “Yo acuso al gobierno de Menem y Duhalde de consentir la impunidad, de consentir la indiferencia de los que saben y callan, de consentir la inseguridad, la impericia y la ineptitud… Yo acuso al gobierno de Menem y Duhalde de encubrir la conexión local, que sirvió para matar a nuestros familiares”. Su esposo -José Enrique Ginsberg- era uno de los 85 muertos