El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, presentó ante empresarios y el exministro Domingo Cavallo las amplias posibilidades que el sector privado tendrá para echar personal, apenas entre en marcha su reforma laboral: “Van a poder diseñar el sistema de despidos que quieran”, celebró.

La expresión del funcionario fue hecha en las vísperas de lo que será la reglamentación de la reforma incluida en la Ley Bases, que tiene como eje flexibilizar al máximo las responsabilidades de los empleadores frente a los derechos de sus empleados.

Además, como si fuera poco, el funcionario -casi a modo de catarsis- expresó que mientras él pueda “la obra pública no vuelve más”.

Sturzenegger lanzó esas definiciones durante una reunión de la Fundación Mediterránea a la que asistieron los titulares de los principales laboratorios nacionales e internacionales en el país, así como también su exlíder y mentor Domingo Cavallo, el padre de la convertibilidad (1 peso / 1 dólar), del blindaje, del megacanje y del corralito, entre otras «hazañas» que cayeron en desgracia.

El ministro desregulador se explayó particularmente en lo que serán los despidos enmarcados en la reforma laboral. “Hay un artículo en Ley Bases que lleva el título de ‘Fondo de Cese’, que dice que las partes pueden salirse de la Ley de Contrato de Trabajo en lo que refiere a los despidos, un tema medular de la relación laboral», comentó.

Inmediatamente después, se dirigió a los empresarios y puntualizó que: «en la reglamentación, que espero salga esta semana, a nivel convenio colectivo van a poder diseñar el esquema (de despidos) que quieran, con la flexibilidad que quieran, a nivel empresa grande, mediana o chica».

«Pueden seguir manteniendo la indemnización por ley, un fondo individual como la UOCRA, un fondo solidario a nivel industria o contratar un seguro», dijo y, como si hiciera falta alguna facilidad más, aclaró que «el Gobierno no sugiere nada porque eso lo tienen que decidir ustedes”.

“Van a tener que tener mucha neurona», les pidió y lanzó uno de los axiomas del gobierno de Javier Milei: “La obra pública no vuelve más”, con lo cual dejó claro que el Estado mantendrá congelados los proyectos que habían comenzado en administraciones anteriores.

Al respecto, acusó -sin mostrar alguna prueba- que «había un grupo de funcionarios que iban vendiendo las obras por los municipios y las provincias» y señaló que «la obra pública era un mecanismo de corrupción y sometimiento político», ante lo que «hacía falta decisión para eliminar todo eso de un saque, y Javier Milei lo hizo».

En otro pasaje de su intervención, el ministro defendió el veto a la ley que aumentaba las jubilaciones, al sostener que «no se puede emitir una ley sin ocuparse de los recursos».

«Si el Congreso quiere gastar, tiene que decir de dónde sale el dinero» y buscando un guiño en el público manifestó: «Ustedes que son empresarios lo entienden, ¿cómo fue que dejamos que en el Congreso se instale algo así?»

El encuentro se llevó a cabo en el Hotel Alvear y contó con la presencia de Cavallo, del presidente del IERAL y ex titular del ANSES, Osvaldo Giordano; el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard; y los empresarios Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza; Sebastián Bagó, del laboratorio homónimo; y Marcelo Figueras, de Laboratorios Richmond, entre otros.

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