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Elecciones regionales en Chile: la izquierda fue la gran vencedora

Por el «diálogo», los «acuerdos» y en contra de los discursos de odio; como se escuchó en Motevideo, Uruguay, con la victoria del candidato presidencial del Frente Amplio, Yamandú Orsitambién se escuchó en Santiago de Chile donde el candidato oficialista Claudio Orrego, obtuvo la reelección como gobernador de la Región Metropolitana del Gran Santiago y le dio nuevos aires al gobierno de centroizquierda de Gabriel Boric. Otra victoria importante de la izquierda en Chile ocurrió en Valparaíso, donde revalidó su mandato el activista por el derecho al agua Rodrigo Mundaca, con un 62,7 por ciento. 

Las elecciones municipales y regionales de octubre habían sido una muestra de la polarización que se vive en toda la región y una buena noticia para la derecha chilena, que pasó de 1 a 6 gobernadores y ganó 36 nuevas alcaldía, quedando con un total de 123 sobre las 110 de la izquierda, con un oficialismo perdiendo en 40 localidades que tenía bajo su mandato. 

Ayer fue el turno de la segunda vuelta en 11 de las 16 las regiones del país, luego de que en la primera, celebrada los pasados 26 y 27 de octubre, ninguno de los candidatos alcanzara el 40 por ciento de los votos, mínimo necesario para considerar a un vencedor sin necesidad de recurrir a un nuevo turno.

La izquierda festejó en Santiago, Valparaíso y en La Araucanía

La victoria de Orrego en la Región Metropolitana del Gran Santiago, con el 55,6 por ciento de los votos sobre el 45,4 por ciento obtenido por Francisco Orrego, el comentarista televisivo de la derecha populista, fue la gran noticia para el gobierno nacional y la izquierda chilena. «Hoy ha ganado la moderación por sobre la polarización, la cooperación por sobre la confrontación y el diálogo por sobre el insulto», celebró Orrego. 

El gobernador reelecto contó con las fuerzas oficialistas del Gobierno del presidente Gabriel Boric, pero concurrió como independiente, y eligió sostener esa posición durante los festejos: “Dijimos al comienzo de la campaña que no era un plebiscito nacional, que era una campaña sobre la región, sobre Santiago, sobre el tipo de liderazgo que requería esta región y esa batalla la ganamos”. 

El abogado, y también exalcalde y exministro, insistió en marcar la diferencia con la derecha populista: «Podemos discutir con pasión, pero respetándonos unos a otros. Chile está cansado de violencia, no solo física, también verbal, aprendamos a tratarnos bien y nunca más insultos a nadie, menos a las mujeres«. Quien respaldaba al otro Orrego era la líder de la derecha tradicional y exalcaldesa Evelyn Matthei, quien agradeció el esfuerzo del comentarista televisivo por su trabajo en la campaña.  

La otra gran victoria para la izquierda chilena ocurrió en Valparaíso, donde el activista por el derecho al agua Rodrigo Mundaca revalidó su gobernación por amplísimo margen, imponíendose a uno de los rostros más emblemáticos de la derecha conservadora, la exdiputada María José Hoffmann, quien se quedó con un 37,2  por ciento de los votos.

Además, la derecha chilena también perdió una gobernación en el sur del país, en una regió cargada por la conflictividad con el Pueblo Mapuche. En La Araucanía, el candidato independiente y exdiputado René Saffirio obtuvo un 51,3 por ciento de los votos y superó al actual gobernador, Luciano Rivas, que quedó con un 48,6 por ciento.

Sin embargo, la derecha tradicional avanzó en otras dos regiones sureñas: en el Maule y Los Lagos. 

En total, entre la primera y la segunda vuelta, la derecha tradicional chilena pasó de 1 a 6 gobernadores, lo que posiciona en carrera para las presidenciales en un clima constante de fuerte crispación política, en la que el Gobierno nacional fue golpeado por la mala gestión respecto de la denuncia contra el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, quien quedó con prisión preventiva desde el martes e investigado por presunta violación y abuso sexual.

«Perdió la política de la agresividad, de la polarización y de los discursos de odio»

El presidente chileno, Gabriel Boric, celebró el resultado del oficialismo en la segunda vuelta de las elecciones regionales. «El resultado de hoy es un impulso que da esperanza porque el trabajo conjunto y en unidad de las fuerzas progresistas nos muestra que cuando actuamos juntos es posible crear proyectos más grandes para nuestro país«, señaló el mandatario en una declaración oficial desde La Moneda.

«El importante respaldo a candidatos de todo el arco del progresismo
 constituye un claro llamado a seguir trabajando en la agenda que hemos venido impulsando», analizó el mandatario chileno tras los resultados del balotaje que dan oxígeno a las fuerzas gubernamentales de centro-izquierda e izquierda.

Tal y como también hizo Claudio Orrego tras reconocerse ganador, Boric recalcó que «ganó la unidad, ganaron los acuerdos y ganó el diálogo y perdió la política de la agresividad, de la polarización y de los discursos de odio», en referencia a la campaña llevada a cabo por el candidato opositor, que cayó en descalificaciones en varias ocasiones.

En una nueva llamada a la unidad, el presidente instó a todas las fuerzas políticas a «trabajar juntos con diálogo respetuoso y con altura de miras» e invitó a las autoridades de todos los sectores polítiocs que asumirán sus nuevos cargos –tanto gobernadores como alcaldes– a «afianzar» la cooperación «más allá de las legítimas diferencias».

«Es importante que en este mandato todos tengamos claro que representamos al pueblo en su conjunto, porque hoy el país requiere que todos los sectores políticos colaboremos para atender los problemas urgentes que tiene la ciudadanía», cerró Boric.

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