Luego de varios amagues, finalmente el Gobierno puso en marcha el plan para involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior. Centenares de efectivos del Ejército ya fueron movilizados hacia Salta, donde están siendo entrenados en tareas de control de la frontera con Bolivia. El objetivo de Patricia Bullrich y su delegado en Defensa, Luis Petri, es que para fin de año haya unos 1.300 soldados desplegados de forma permanente entre las ciudades fronterizas de Salvador Mazza y Misión La Paz, a lo largo de unos 150 kilómetros. Los militares serán utilizados para combatir al narcotráfico, pese a que varios especialistas desaconsejan hacerlo debido a su escasa efectividad y al peligro latente de que paguen con su vida los trabajadores bagayeros que transportan mercancías por esa zona para poder comer. Algo que ya sucedió en diciembre, cuando un gendarme asesinó al joven Fernando Martín Gómez de dos tiros –uno de ellos en el pecho– durante una represión en Orán. Para ratificar que esa será la tónica, Petri no tuvo mejor idea que bautizar al operativo con el nombre de Julio Argentino Roca, en coincidencia con el aniversario 146 del genocidio conocido como Campaña del Desierto. Además, anunció la participación del comando “Los Rodillas Negras”, que en la última dictadura actuó como grupo de tareas en el marco de la represión ilegal.
Según informó el Ministerio de Defensa, todo el operativo demandará la presencia de unos 10 mil efectivos del Ejército, que irán rotando en los puestos de frontera. De todos modos, según pudo saber Página/12, ese proceso demandará largos meses. Es más, tanto Petri como Bullrich tienen pensado volver a la frontera para anunciar nuevamente la puesta en marcha del plan, una vez que los soldados ya estén en los puestos asignados. Una suerte de anuncismo permanente, típico de épocas electorales. Mientras tanto, los militares movilizados hacia Salta seguirán recibiendo entrenamiento, ya que no están listos para intervenir.
«La medida no tiene ninguna utilidad, porque básicamente son tareas que las Fuerzas Armadas no saben hacer», precisó Manuel Tufró, director de Justicia y Seguridad del CELS. «Además, las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales son cinco o seis veces más numerosas que las Fuerzas Armadas, o sea, no se necesita un refuerzo de militares», agregó.
Tufró remarcó que, además, todavía no fueron dadas a conocer las reglas de empeñamiento, es decir los límites que los soldados tienen a la hora de intervenir en el combate para evitar, por ejemplo, casos como el de Martín Gómez. Según el Gobierno, esas reglas están siendo entrenadas, pero hasta ahora no se supo cuáles son: la resolución 347/2025 de Defensa se publicó este lunes y no hubo mayores detalles al respecto. «Es como si dijéramos que la policía está en la calle haciendo tareas de seguridad con atribuciones que no sabemos cuáles son, que los ciudadanos no pueden saber cuáles son, lo cual obviamente genera un gran riesgo ante la posibilidad de enormes arbitrariedades en el cumplimiento de estas tareas», sostuvo. «Lo mínimo que deberían hacer es dar a conocer cuáles son estas reglas de empeñamiento, para saber qué tipo de facultades se le están dando a las fuerzas armadas en este operativo», añadió.
En esa misma línea, el diputado Leopoldo Moreau presentó un pedido de informes, para conocer los alcances de la actuación militar en la frontera. El proyecto apunta a conocer el «contenido general, los criterios de actuación previstos y cómo se garantiza el respeto al marco jurídico vigente, incluyendo derechos fundamentales de la población civil» respecto de las reglas de empeñamiento.
«El respeto a los principios del sistema democrático, la división de poderes y el uso excepcional de las Fuerzas Armadas en tiempos de paz requiere transparencia, rendición de cuentas y control parlamentario. Por ello, solicitamos la aprobación del presente pedido de informes a fin de esclarecer los alcances reales de esta iniciativa y evaluar su adecuación a la normativa vigente y a los intereses estratégicos de la Nación», dice el texto en sus considerandos.
«Se trata de anuncios y discursos que, mas allá de su gravedad, tienen como único objetivo la provocación ideológica en época electoral», sintetizó al respecto la exministra de Seguridad Sabina Frederic. Y para redoblar la apuesta, recordó que la IGJ ya puso la lupa sobre las irregularidades detectadas en las contrataciones directas que ordenó Bullrich cuando, en su primera etapa como ministra, durante el gobierno de Mauricio Macri, decretó la emergencia en seguridad, un primer paso para habilitar este tipo de operaciones de fronteras, entre otras medidas regresivas.
De los rodillas negras a Roca
El Regimiento de Infantería de Monte 28 del Ejercito Argentino en la ciudad de Tartagal se ganó el mote de «Los rodillas negras» porque sus jerarcas obligaban a los conscriptos a recorrer cientos de metros arrodillados durante la última dictadura militar. En la investigación de los crímenes de lesa humanidad cometidos en Salta, la justicia ya estableció que el jefe del Regimiento estaba a cargo del área represiva 322-1 y que en sus instalaciones funcionó un centro clandestino de detención y torturas. En esos días los Rodillas Negras recorrieron el norte de la provincia, desde los campamentos de YPF hasta Orán, deteniendo a obreros, militantes sociales y políticos, y hasta colaboró con el Operativo Independencia.
https://iframely.pagina12.com.ar/api/iframe?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FMinDefensa_Ar%2Fstatus%2F1910723850293436844&v=1&app=1&key=4676b5fdc083257ea87f71608c74e9fe&playerjs=1
Pese a todo, Petri se mostró muy contento con sumarlos al operativo Guemes y todo el despliegue militar en la zona y hasta los elogió en un insólito tuit, acompañado por imágenes de soldados camuflados. «Conocidos como “Los Rodillas Negras”, el personal del Regimiento de Infantería de Monte 28 está listo para operar en terrenos desafiantes y situaciones de amenaza a la integridad territorial. Desde lo profundo del monte salteño, esta unidad del Ejército se entrena con rigor y coraje para salvaguardar nuestra soberanía», escribió.
Este miércoles, además, Petri subió la apuesta al reivindicar a Roca y bautizando con ese nombre el proyecto militar en la frontera. «Hace 146 años, el General Julio Argentino Roca, lideraba la Campaña del Desierto, con el objetivo de expandir el territorio nacional hacia el sur y controlar las tierras habitadas por pueblos originarios. Hoy, reivindicamos su legado con el inicio de la Operación “Julio Argentino Roca”, en la que nuestras Fuerzas Armadas se desplegarán para reforzar la vigilancia y el control en la Zona de Seguridad de Fronteras del norte y noreste del país», posteó.
https://iframely.pagina12.com.ar/api/iframe?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FMinDefensa_Ar%2Fstatus%2F1912555212277006509&v=1&app=1&key=4676b5fdc083257ea87f71608c74e9fe&playerjs=1
Respecto de los cruces por intentar destruir la memoria y lavar la cara de las Fuerzas de Seguridad, Petri dijo que por un «sesgo ideológico» que «las persiguió” y se “las canceló”, según él, de manera injusta. Por ese motivo, dijo, las fuerzas armadas estuvieron “limitadas a la hora de intervenir en las fronteras”. Dijo que esta posibilidad está prevista en una «ley de 1944» (al parecer, se refería al decreto ley 15385/44, que crea «zonas de seguridad de fronteras» y «zonas de seguridad del interior»), que establecía que estas fuerzas “debían y podían reforzar” la actividad de las fuerzas se seguridad, no solo actuando como disuasiva y en situaciones de emergencia, “sino que fundamentalmente haciendo tareas de control y vigilancia de nuestra extensa frontera”.