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El increíble testimonio de Tezanos Pinto por el atentado contra Cristina Kirchner


Ximena de Tezanos Pinto, la vecina del piso de arriba del edificio de Juncal y Uruguay donde vivía Cristina Fernández de Kirchner, declaró como testigo en el juicio por el intento de magnicidio y contó que en su departamento armaba reuniones políticas de las que participaban miembros de la organización violenta Revolución Federal y que su vivienda hasta fue sede de una «asamblea de pibes libertarios». Esos eventos ocurrían en los tiempos previos al atentado contra la expresidenta e incluso algunos encuentros fueron durante los días que había movilizaciones de apoyo a la expresidenta en la zona. La mujer no sólo se dedicaba a colgar banderas con consignas republicanas y contra el gobierno, lo que le dio notoriedad, sino que tejió una red de vínculos con personas que –como dato llamativo– tuvieron alguna clase de relación con el principal acusado, Fernando Sabag Montiel, y con su novia, también en el banquillo, Brenda Uliarte.

De Tezanos Pinto atinó a decir dos veces en su testimonio que tiene «sospechas» respecto de que el atentado no haya sido tal sino un armado. Es lo que intenta instalar, incluso desde antes del ataque, el diputado Gerardo Milman (PRO), imputado en la causa residual sobre la autoría intelectual. Casualmente, la vecina de Cristina contó que fiscaliza en elecciones desde 2011 para el PRO. La querella le preguntó si conocía a Florencia Retamoso, esposa del diputado, y dijo que no, pese a que fiscalizó en Almirante Brown cuando ella era candidata. Tampoco lo conoce a él, según afirmó. Sus dudas, dijo Tezanos Pinto, se debían a que siempre veía un cordón de gente que rodeaba a CFK en el ingreso a su casa, pero de pronto no estaba. Pero eso tampoco es real porque la militancia cada día armaba una cadena humana que la rodeaba para que pudiera caminar y saludar a la gente, al margen de la custodia policial fija.

«Son dudas que tengo yo y mucha gente», insistió cuando volvió sobre el tema el abogado Gastón Marano, defensor del tercer acusado, Gabriel Carrizo. Sin embargo, dijo que le había mandado una carta a la expresidenta porque había «reflexionado» y ella cree «en el principio de inocencia» entonces debía dejar sus opiniones a un lado. «Le mandé una nota con una planta, en un tono amable», relató. Dijo que había escuchado versiones que le generaban confusión, que decían que «podía ser todo una farsa que estaba armado» y que le llamaba la atención que «este chico Sabag se puede acercar y ponerle una pistola a 20 centímetros de la cabeza» y que no lo hubiera atrapado la custodia sino la militancia. Cristina Kirchner es víctima y querellante en este juicio, más allá de este tipo de relatos que intentan generar suspicacias.

Revolución Federal

La vecina admitió que estuvieron en su casa al menos dos integrantes del grupo Revolución Federal, caracterizado por sus acciones agresivas en las calles (donde llevaban guillotinas, horcas, antorchas, e insultaban, entre otras cosas) y por hacer encuentros en Twitter Spaces donde hubo quienes pedían matar a CFK y hasta sugerían cómo hacerlo. Primero quiso desentenderse y comentó que RF era un simple chat. Luego dijo que uno de los referentes, Leonardo Sosa, había estado en su casa, un día que ella armó una reunión cuando intentaba junto a otras personas que le cambiaran el nombre a la estación de subte Rodolfo Walsh, por René Favaloro. «Tenía que juntar 50.000 firmas», precisó.

El otro es Gastón Guerra. Comentó que ella le pidió conocerlo a una amiga suya, la abogada Gladys Egui, que lo representaba al joven en las causas por atacar al auto de Sergio Massa y al periodista Lautaro Maislin (C5N). Porque a De Tezanos Pinto le parecía «admirable» lo que hacía. Después lo contrató para hacer arreglos en su casa, en los días más calientes de las movilizaciones en la zona en respaldo a Cristina, y lo fue a ver a su casa. Sosa y Guerra se sacaron fotos desde el balcón de la casa de De Tezanos Pinto, con la manifestación abajo. También mencionó a Luján Romero como parte de las reuniones en cuestión. Jonathan Morel, otro referente de Revolución Federal, dijo que no había estado en su casa. Al referirse a las protestas de ese grupo, sostuvo que ella a lo sumo había coincidido, pero que no era parte. Hay videos y fotos que la muestran en una marcha del 9 de julio en Plaza de Mayo, donde RF llevó la famosa Guillotina y coreaban «Argentina sin Cristina». Según la vecina se cantaban letras sin violencia, contra la corrupción.

Más coincidencias

«A Delfina Wagner la había conocido en casa una vez que se hizo una asamblea de pibes libertarios». Wagner, cuyo verdadero apellido es Meza, trabajaba en Crónica TV. Brenda Uliarte había estado en el programa donde ella participaba como panelista cuando iba por las calles con los copos de azúcar diciendo que rechazaba los planes sociales. Después del atentado, Delfina Wagner tuvo un intercambio de chats con la joven que ahora está siendo juzgada, en todo de solidaridad, tras la detención de Sabag Montiel. Pero De Tezanos Pinto dice que jamás hablaron de eso, pese a que estuvo viviendo en su departamento desde octubre de 2022 hasta agosto del año entrante. Le alquilaba una habitación, según relató. Hablaban de cuestiones del liberalismo y le daba consejos, según su descripción.

También conoció a Hernán Carrol, un dirigente de una agrupación llamada Nueva Centro Derecha, que aparecía en las protestas en cuestión con una remera de «seguridad», y que se había acercado a Javier Milei, aunque también a Patricia Bullrich. Cuando parecían imposibles de juntar, los unió en una de las tantas marchas donde también se protestaba contra la cuarentena. Carrol invitó a Uliarte a hacer un vivo en Instagram y después la convocó al cumpleaños de un humorista llamado Martín «El Negro» Almeida –quien también declaró en el juicio– junto con Sabag Montiel. La vecina, casualmente, lo conoció a Carrol «en un evento en la calle Belgrano, cerca de Jujuy, donde había una fiesta liberal a la que me invitó Delfina». Ahí también estaba Almeida. Aclara que fue después del atentado. Al «standupero» comentó que lo había ido a ver sus shows. Almeida se filmó en la movilización de repudio al atentado, el día posterior, diciendo entre risas que quienes estaban ahí no sabían que el hombre que había intentado matar a la expresidenta había estado en su cumpleaños. Un círculo muy pequeño, al fin y al cabo. 

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