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La economía real está anémica

La actividad económica cayó en marzo, tuvo una recuperación marginal en abril y volvió a retroceder en mayo. Los salarios de los trabajadores registrados, privados y del sector público, perdieron en abril contra la inflación, por segundo mes consecutivo. Para los principales gremios del comercio, la industria, los servicios y la construcción, los sueldos achicaron su poder adquisitivo en el primer cuatrimestre en comparación con diciembre. 

La producción industrial experimenta en la mayoría de los sectores el rebote del gato muerto; es decir, anotan subas contra el paupérrimo 2024, pero en conjunto todavía se encuentran 9,7 por ciento por debajo del período enero-abril de 2023, según la UIA. Las ventas de cemento se comprimieron 8 por ciento en mayo respecto de abril y 1 por ciento contra igual mes de 2024, cuando habían bajado 27,1 por ciento en relación a 2023.

Se vendían 1.077.000 toneladas de cemento hace dos años y ahora se venden 777.000, advirtió la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland. 

El consumo eléctrico de comercios e industrias disminuyó en mayo, 3,3 y 1,0 por ciento, respectivamente, dijo Fundelec.

La lista puede seguir agregando ejemplos de una economía que no reacciona. El consumo masivo, el turismo interno, la creación de puestos de trabajo, todo para atrás. Aumenta el endeudamiento y crece la morosidad.

La economía que debe dar sustento al 70 por ciento de la población está anémica

Para Ferreres, bajó 0,2 por ciento en relación a abril, «quedando en un nivel inferior al alcanzado en los primeros meses del año».

«Pensando en los próximos meses -agrega-, esperamos que el nivel de actividad crezca, pero surgen algunas dudas sobre la magnitud de esa expansión. Entre los principales riesgos vemos una recuperación menor a la prevista de los ingresos de las familias, y un régimen cambiario que resulta perjudicial a algunos sectores orientados al mercado interno».

Los que sí

Sin embargo, aclara la consultora de Orlando Ferreres, la comparación del nivel de actividad contra igual período de 2024 muestra «un gran contraste«, con subas del 4,6 por ciento en mayo y 6,0 por ciento en el acumulado de cinco meses, posibilitadas por el hundimiento del año pasado, ya que entre enero y mayo se vivió lo peor de la crisis del gobierno de Javier Milei, con la fuerte devaluación inicial.

«Lo sectores que siguen liderando la expansión son la intermediación financiera (18,8 por ciento), seguida por el comercio (8,2) y la construcción (6,3), con este último sector reflejando la baja base de comparación del año pasado más que un crecimiento genuino», remarca el informe de Ferreres.

También hay buenos registros del mercado inmobiliario y recuperación en consumos de bienes durables, como autos y electrodomésticos, en base a la expansión del crédito. Se registra un boom de viajes al exterior y un crecimiento histórico de las importaciones de bienes de consumo, que desplazan producción nacional. Esta semana le tocó a los termos liberarse de las trabas para su compra en el exterior.

La producción de petróleo crece al 12,7 por ciento por Vaca Muerta y tracciona al rubro minas y canteras, con un alza del 5,8 en cinco meses.

La economía que crece alcanza a una proporción de la población mucho menor, con sectores acomodados que disfrutan del dólar barato y una estabilidad sostenida con deuda.

Dólares de salida 

El crecimiento interanual del 6 por ciento es el dato que presentó el viceministro de Economía, José Luis Daza, para argumentar que la salida de dólares cada vez más veloz no es algo que preocupe al equipo de Luis Caputo, porque sería reflejo del financiamiento de un nuevo ciclo de expansión.

El funcionario admitió que el déficit de cuenta corriente cambiaria será 400 por ciento mayor al previsto hace apenas dos meses y medio, el 11 de abril, cuando se firmó el acuerdo con el FMI. La meta pactada era -0,4 puntos del PIB, pero Daza ahora la estimó en -2 puntos.

El Banco Central confirmó este viernes que se va por ese camino, al publicar que se cumplieron doce meses consecutivos de déficit de cuenta corriente. Para las evaluadoras de riesgo Moody’s y MSCI, y economistas del mercado como Daniel Artana, Juan Carlos De Pablo, Carlos Melconian y Orlando Ferreres, entre otros, esa situación es motivo serio de alarma, según expresaron en la semana, sumándose al coro cada vez más amplio que advierte que esto ya se vivió y terminó mal.

Salarios en picada

En la economía de los trabajadores, los sueldos no paran de caer. Alejandro Vanoli, ex presidente del Banco Central, precisó las cifras para un conjunto significativo de gremios. 

Con una inflación acumulada de 11,6 por ciento entre diciembre y abril, los trabajadores del transporte de pasajeros tuvieron aumentos por solo 3,4 por ciento. Le siguen los Textiles, con una recomposición salarial de 5,0 puntos; Sanidad (5,3); Alimentación (5,8); Gastronómicos (6,4); Construcción (7,2); Camioneros (7,6); Metalmecánica (7,8); Seguros (8,0); Calzado (8,1); Seguridad (9,3); Maestranza (10,1); Comercio (10,9), y Químicos (11,5). Bancarios, con 11,6; Aceiteros (12,9) y Plásticos (14,5) fueron de los pocos que empataron o superaron a la inflación.

Para el Indec, los sueldos de los trabajadores privados registrados subieron en abril 2,5 por ciento, menos que la inflación de 2,8. Los empleados públicos también perdieron, con un alza salarial del 2,3. En el acumulado enero-abril, los privados quedaron con 9,6 por ciento y los estatales con 11,4, en ambos casos menos que el 11,6 del IPC.

Sustentabilidad

«Explotar en algún momento este modelo va explotar porque es insostenible así como está. Argentina es un país grande, con su complejidad, con su entramado industrial. No hay experiencias de que se pueda sostener demasiado algo tan extremo, tan brutal, como lo que se está haciendo», estima Vanoli.

«El descontento tal vez en un primer momento se expresa con no ir a votar, pero en otro momento se puede expresar con buscar una alternativa», señala. «Sustentabilidad macro financiada con deuda y exclusión social muy fuerte no parece que pueda perdurar«, interpreta.

«Pero la pregunta es cuándo explota. Si se le alinean los planetas al Gobierno, esto puede aguantar un año, dos. No se puede saber el horizonte temporal. Ahora van a tratar de tirar con las privatizaciones», afirma.

«Macri llegó a tener un déficit de cuenta corriente de más de -4 puntos del PIB. Este año la proyección es de -2. Todavía es contenible, pero la tendencia, con apertura y tipo de cambio atrasado, es muy preocupante». explica Vanoli. Y recuerda que «en los tres episodios anteriores que un déficit de cuenta corriente creciente se financió con crédito externo, las cosas no terminaron bien«.

La vez anterior, con Mauricio Macri, Luis Caputo también estuvo al frente del equipo económico.

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