El diputado nacional Leopoldo Moreau cruzó a Javier Milei y Mauricio Macri por la ola de denuncias de presunto fraude electoral en las elecciones de octubre pasado y aseguró que detrás de las esta campaña de desprestigio de la democracia está el propio expresidente, que es “un especialista en este tipo de cosas”.
Moreau advirtió que el expresidente, “ya asociado con Milei”, quiso “inventar un fraude que no existió” en las elecciones de La Plata, donde el intendente Julio Garro perdió por pocos votos contra Julio Alak, el candidato de Unión por la Patria.
“Macri llamó personalmente a Garro en la noche posterior a la elección para que denunciara un fraude para preparar la marcha ridícula que hicieron a Plaza de Mayo”, dijo sobre la movilización que tuvo lugar el fin de semana que pasó.
En declaraciones a la AM750, el diputado oficialista consideró que se trata de “toda una operación dirigida a desacreditar el proceso democrático». «Milei se prende porque no tiene ningún problema porque incluso le costó decir si está a favor o en contra de la democracia”, sintetizó.
En tanto, como si fuese poco, llevó tranquildiad con algunas cifras y explicó algunas nociones básicas sobre cómo funcionan las elecciones en la Argentina, en medio de acusaciones sin pruebas lanzadas desde el espacio libertario. “Cada mesa tiene un presidente. Y como mínimo dos fiscales. Nos lleva a que el control en cada mesa lo han ejercicio cerca de 350 mil personas”, señaló, sobre la base del total de mesas del país.
A lo que sumó: “Además del control en cada mesa, viene el control que se hace en el escrutinio provisorio que cada mesa emite y le entrega al empleado del correo para que la noche del comicio se da a conocer el resultado provisorio”.
“Esos telegramas, además de los empleados del correo, lo verifican los fiscales informáticos de cada partido. Días después se pasa al escrutinio definitivo, que es el que hace la Justicia Electoral, que es el que da la última palabra”, siguió contando.
Y, como si no alcanzara, siguió con el procedimiento: “Ahí vuelven a participar cientos de miles de personas. Si hay objeciones, se abren las urnas. Sobre las 108 mil meses que hubo, hubo objeción en solo dos meses que no tenían adentro las boletas”.
Pero incluso sobre estos casos particulares, explicó: “Esa objeción tampoco invalida la urna. Porque mientras que este el número de actas y coincida con la cantidad de sobres, se da por válida”.