Carabineros chilenos confirmó este lunes el hallazgo de los cuerpos sin vida de los tres andinistas argentinos desaparecidos en la Cordillera de los Andes desde el 29 de noviembre. Se trata de Raúl Espir, Sergio Berardo e Ignacio Javier Lucero, un experimentado guía de montaña, que eran parte de una expedición que buscaba conquistar la cumbre del cerro Marmolejo, un volcán de 6.108 metros de altura.
Por estas horas, el equipo de socorristas intenta rescatar los cuerpos, pero las condiciones climáticas en la alta montaña están complicando el descenso de los helicópteros. «El SENAPRED se mantiene desplegado en el lugar con motivo de establecer los cursos de acción para la extracción de los cuerpos«, informó el Servicio Nacional de Prevención yRespuesta ante Desastres chileno (SENAPRED) en sus redes sociales.
Lucero, de 49 años, era un reconocido guía de montaña y tenía más de 30 años de experiencia y 46 ascensos al Aconcagua. En 2011 sufrió un infarto masivo a 7.400 metros de altura en el Himalaya. Después, sufrió un ACV y quedó internado durante 20 días en un hospital asiático, por lo que tuvo que hacer muchos años de rehabilitación para recuperar el habla, lo que le provocó un cuadro de depresión, una historia de superación que transformó su vida. Rescatado por un perro callejero llamado «Oro», continuó su trayectoria en el andinismo y compartió sus vivencias en charlas TED.
Además de sus múltiples ascensos al Aconcagua, escaló el Denali (Alaska), a 6.190 metros sobre el nivel del mar; hizo una expedición al Manaslu (Nepal), a 8.162 msnm; y subió el Mont Blanc, el pico más alto de la Unión Europea a 4805,59 msnm, además de otros desafíos en países como España, Chile, India y Tanzania.
Espir, de 55 años, formaba parte de Juntos por el Cambio (JxC) y era intendente de la localidad pampeana de General San Martín, donde asumió como jefe comunal en 2019 y en las elecciones de este año consiguió su reelección con el 63% de los votos.
Era, además, un apasionado del montañismo, como se evidencia en sus numerosas expediciones documentadas en redes sociales, como por ejemplo en el cerro Domuyo, de Neuquén. Antes de dedicarse a la política trabajaba como farmacéutico.
Berardo, amigo de Espir, era escribano y ya había realizado seis expediciones junto a Lucero, a quien recomendaba por su experiencia y profesionalismo, resaltando la seguridad y dedicación que brindaba a quienes lo acompañaban en las montañas.
«Personalmente, me siento seguro transitando por la montaña con Nacho, porque desde los 13 años que sube montañas y su vasta experiencia y profesionalismo es el sello principal de su trabajo. Aparte, es un aventurero nato”, escribió en la web de la empresa de Lucero. “La seguridad de quienes suben con él es su prioridad. Y va a hacer lo posible para que llegues a la cumbre, si es tu deseo, pero siempre que las condiciones estén dadas para eso”, agregó y lo calificó con cinco estrellas el servicio.