La investigación del caso Loan volvió a foja cero. Mientras volvieron a realizarse rastrillajes por el paraje Algarrobal y el río Santa Lucía, se filtró un audio de Whatsapp que el exmarino Carlos Pérez le había enviado a un contacto poco después de la desaparición del nene, en el que pronunció una curiosa frase: «Estamos hasta las manos».
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Junto a su esposa, la exfuncionaria de 9 de Julio Victoria Caillava, Pérez es uno de los principales acusados del caso, ya que el rastro odorífero de Loan fue identificado por perros entrenados en los autos del matrimonio. La pareja, que está detenida, está muy sospechada de haber participado en la sustracción del chico.
Ahora se filtró en los medios un audio que el exmarino le envió, poco después de la desaparición de Loan, a un contacto agendado como «Tri Tri», en el que reconoce que su situación es complicada. “Yo estuve con él (con Loan), estuvimos hablando todo, compartimos el almuerzo, así que estamos hasta las manos”, explica.
En los mensajes de audio, de varios minutos, Pérez le da detalles a su conocido de algunas cosas que ocurrieron en la reunión en la casa de la abuela Catalina. Pero lo que llamó la atención de los investigadores es que el exmarino “se adelantó” a diversas situaciones que podrían ocurrir en la causa.
“Si esto sigue escalando y no aparece el cadáver o el nenito vivo, o lo que sea, y se hace más fuerte la hipótesis del secuestro, es probable que nosotros tengamos que entregar la camioneta para ser peritada, la casa, ir a declarar”, dijo.
Semanas atrás, había trascendido otro mensaje de Pérez, en el que le pedía al excomisario Walter Maciel que le brindara “seguridad personal” y resguardar sus autos en la seccional policial por “miedo a que le planten pruebas”. El mensaje a Maciel también decía: “En función de los trascendidos, de las cosas que estamos viendo con todo este tema del niñito desaparecido, le iba a pedir si usted puede designar una custodia acá en la casa”. Y agregaba: “Evidentemente mucha gente del pueblo, no sé por qué motivos totalmente infundados, nos están acusando a mi esposa y a mí ahora”, manifestó.
Dicho audio dura varios segundos y allí Pérez deslizó la posibilidad de que alguien le plante pruebas para incriminarlos en el caso: “La verdad que tenemos miedo, tenemos temor de que alguien venga a intentar dañarnos o a plantarnos alguna prueba en la camioneta o en el auto”.
Burlando protesta
El abogado de la familia del niño desaparecido, Fernando Burlando, criticó el estancamiento de la causa y fue duro con la jueza Cristina Penzo: «Con una Justicia así, olvidémonos de Loan… es una Justicia que tracciona a través de los medios de comunicación, y es lo peor que le puede pasar a Loan». Además señaló a Penzo como una jueza que no tiene “coraje, voluntad y ganas” y la acusó de ser “cómplice”: «El poder de un juez federal de instrucción tiene que arrasar. Solamente ellos no ven la corrupción, el encubrimiento. Cuando se tienen que meter con cosas delicadas, tienen un límite, que es el poder político».
Desde hace días Burlando denuncia que la causa “está en foja cero” y que no hay información relevante sobre qué pasó y dónde está Loan. “Hace 20 días pedí la detención de José Codazzi, ex abogado de Laudelina, y seguimos esperando”, expresó con enojo respecto a las solicitudes de diversas diligencias procesales. Por último, sostuvo que los detenidos, quienes ya fueron indagados por el delito de sustracción de menores, «se van a morir en la cárcel».
La denuncia de un enfermero
A tono con la situación cada vez más complicada del matrimonio Pérez-Caillava, un enfermero llamado Carlos Martín Ramírez declaró en Córdoba bajo juramento que trabajó con los dos acusados en plena pandemia: ambos se hacían pasar por pediatras y atendían a niños. Además habrían robado remedios del centro de salud. En una entrevista con C5N dijo: «Me di cuenta con el tiempo, tengo mucha experiencia en salud, trabajé 10 años en terapia intensiva. Me di cuenta que estos no sabían nada». Y agregó que «esto era una asociación ilícita, son como 15 entre ellos Pérez y Caillava. Integraban una banda. Robaban los medicamentos, le robaban la leche a los chicos, comían asado, tomaban vino, metían adolescentes a la cama». Todo esto lo denunció en la Fiscalía de Córdoba.
«Cuando descubrí que eran médicos truchos, los denuncié. Eso fue el 2 de noviembre del 2023. Hasta el día de hoy quedaron en llamarme para que amplíe la declaración y nunca me llamaron», dijo y concluyó: «Cuando quedan detenidos en Corrientes, ahí los reconocí». En ese centro de salud en las afueras de Córdoba, según Ramírez, los falsos pediatras «atendían a 10 personas por día, tenían contacto directo con menores, durante un año aproximadamente y trabajaban en otro centro de salud a unos kilómetros de ahí». Ambos eran barrios carenciados.
Lo curioso es que el mismo centro de salud donde trabajó Ramírez, fue señalado hace un mes como el lugar donde una mujer declaró haber visto a Loan, en la puerta del dispensario de barrio Obispo Angelelli.