El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres acusó al presidente Javier Milei de gobernar “a fuerza de decretos y vetos”, justificar medidas con “números siempre falseados”, generar “hambre creciente” en la población y promover “la ley de la selva en nombre de una falsa libertad”. “Quien realmente ganó fue el poder económico concentrado”, sentenciaron los sacerdotes.
Las durísimas definiciones de los curas que encabezan misiones en villas y barrios postergados de todo el país son parte de un documento publicado al cumplirse un año del desembarco de La Libertad Avanza (LLA) en la Casa Rosada.
Sin el tono encriptado propio del lenguaje clerical, la declaración hace una síntesis de lo que ya vienen denunciando hace un año y también incluye una serie de cuestionamientos a algunos de los actores de la vida política: “Mientras la CGT piensa si amenaza con discutir de evaluar si acaso convenga indicar que preparará la posibilidad de insinuar con pensar un paro”, plantaron con sarcasmo.
El pronunciamiento lleva el nombre de una cita del Evangelio: “Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro; no se puede servir a Dios y a Dinero”.
En sus dos páginas reconoce la legitimidad con que ganó LLA en las elecciones del año pasado y su necesidad de alianzas con el macrismo para sumar mayoría en el Congreso. No obstante, lo critica por administrar “a fuerza de DNU y vetos”, y cerrar acuerdos con “insultos, agresiones y humillaciones” hasta con sus propios aliados.
Además, los curas denunciaron que a lo largo de este año “el Estado retiró lo poco que había de institucionalidad” y advirtieron que desde el 10 de diciembre del año pasado “quien realmente ganó fue el poder económico concentrado”.
“No hay respeto a las disidencias, no hay condenas al genocidio en Gaza, no hay cuidado y protección de la Madre Tierra, no hay defensa de las mujeres víctimas ni atención a la cultura. El retiro (del Estado) es sistemático y grave”, denunciaron.
La declaración también sostiene que este “triunfo del individualismo”, del “racismo y el odio” conducen “a una desintegración social”, en un contexto donde prospera “el sálvese quien pueda y la ley de la selva en nombre de una falsa libertad”.
“Perdió la patria, perdió la esperanza y la libertad sigue retrocediendo”, recalcaron los curas e hicieron una breve enumeración de los principales focos conflicto que permanecen abiertos producto de los ataques de la Casa Rosada.
Mencionaron a los médicos y trabajadores del Garrahan, a los jubilados “gaseados golpeados y empujados” en sus marchas de cada miércoles y a los empleados de Aerolínea Argentinas, la empresa que el Gobierno quiere privatizar.
También mencionaron el conflicto con las universidades, a los miles de despedidos, a los comedores comunitarios desabastecidos y a los pueblos originarios. Todos “se van quedando solos” frente a un Estado que se retiró de sus obligaciones con la sociedad, remarcaron.
“La crueldad día a día se recicla reinventando odios viejos e inaugurando desprecios con un manejo fenomenal de las redes sociales de la mentira y el engaño, con brazos armados, espionajes y protocolos de represión a los débiles con aplausos a los fuertes”, enfatizó el texto.