«Estamos sorprendidos por la acusación formulada por la fiscalía contra Roberto Bonatti, Gianfelice Rocca, Paolo Rocca y la empresa San Faustin sobre presuntos hechos de corrupción, en los años 2009-2013, que relacionan a la empresa brasileña Confab y a algunos funcionarios de Petrobras», agregaron.
«Reiteramos que en el curso del juicio y en los documentos de la investigación preliminar nunca se probó la participación de San Faustin, ni de sus directores, ni de cualquier empresa italiana en la supuesta corrupción en Brasil. Por lo tanto, confiamos que la sentencia del Tribunal reconozca la conducta correcta de la compañía y la ausencia de vinculación entre los hechos alegados y los miembros de su Consejo de administración», subrayaron desde la firma subsidiaria del Grupo Techint.
El Ministerio Público de Milán, en su presentación, sostuvo que los hechos se habrían producido «entre 2009 y 2012», a través de «22 contratos con negociaciones privadas por más de 3.000 millones de reales brasileños (más de 1.400 millones de euros)».
A cambio, el directivo del gigante brasileño habría recibido sobornos equivalentes al 0,5% por cada contrato estipulado, recibiendo un total de casi 6,6 millones de euros de cuentas corrientes a nombre de San Faustin Lugano, alimentados con los beneficios producidos por San Faustin y otras compañías.
La fiscalía pidió a los jueces Malatesta-Fiorentini-Clemente que decomisen esa cantidad como «suma equivalente de corrupción» y que impongan una sanción de 1.239 millones de euros.