El presidente Alberto Fernández recibirá este jueves a su par de Bolivia, Luis Arce, quien en su primera visita oficial a la Argentina tendrá como punto central de la agenda bilateral definir los volúmenes de gas que su país podrá comprometer para afrontar el pico de demanda local de los meses de invierno, una negociación que se definió por la gestión personal de ambos jefes de Estado tras cuatro meses de diálogo.
Arce tiene previsto llegar a la Aeroestación Militar Aeroparque en un vuelo especial junto con su comitiva, y serán recibidos por el canciller Santiago Cafiero, el embajador ante Bolivia, Sergio Ariel Basteiro, y el embajador del vecino país, Jorge Ramiro Tapia Sainz.
Tras encabezar la Ceremonia de Ofrenda Floral en el Monumento a Juana Azurduy, en la Plaza del Centro Cultural Kirchner, Arce se trasladará a la Casa de Gobierno y será recibido por el presidente Fernández. Luego de la foto de honor, ambos mantendrán un encuentro a solas en el despacho presidencial.
Ambos presidentes tendrán a su cargo la definición del entendimiento por el cual Bolivia le venderá gas natural a la Argentina en el marco del Acuerdo firmado en 2006, lo que destrabará las negociaciones que desde diciembre vienen llevando adelante las empresas Integración Energética Argentina (Ieasa) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para la firma de una sexta adenda que venció el 31 de diciembre y que se fue prorrogando hasta el 31 de marzo.
A raíz de esa falta de acuerdo, IEASA e YPFB acordaron para los primeros tres meses del corriente año un envío de gas de 7,5 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d), volumen que ahora podrá más que duplicarse a partir del nuevo convenio.
De acuerdo con los avances del diálogo en los últimos días, Bolivia estará en condiciones de enviar en los meses de invierno mayores volúmenes de gas natural a la Argentina, entre 16 y 18 Mm3/d, es decir que incrementará el techo que ofreció en los meses de invierno de 2021, que osciló en torno a los 14 Mm3/d, lo que restará presión a la oferta energética que debe cubrir el país.
En cuanto al precio del gas boliviano, la Argentina estaba pagando US$ 8 por millón de BTU y si bien el contrato reconocerá un incremento producto de la fórmula de cálculo vigente entre las dos partes se anticipa que será sustancialmente muy inferior a los valores que habría que pagar si en lugar de contar con ese gas hubiera que importar combustibles líquidos o Gas Natural Licuado, que en la actualidad se ubica en torno a US$ 40 el millón de metro cúbico.
Tras la reunión, los presidentes encabezarán en Casa de Gobierno el acto de firma del Memorándum de Entendimiento de Cooperación entre el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para la Integración en Recursos Evaporíticos y Litio, tras lo cual ofrecerán una conferencia de prensa.
Fernández y Arce mantendrán un almuerzo de honor en el que se espera un breve discurso de ambos mandatarios, tras lo cual el presidente boliviano se trasladará a la Universidad Metropolitana de Educación y Trabajo (UMET), donde recibirá el reconocimiento de Doctor Honoris Causa.
A continuación, a las 17, en el Predio de la Colectividad Boliviana en el partido bonaerense de Escobar está previsto que Arce mantenga un encuentro con miembros de la comunidad en la Argentina, luego de lo cual mantendrá agenda privada en su lugar de alojamiento, previo a su regreso a Bolivia, previsto para las 20 también desde la Aeroestación Militar Aeroparque.
«La decisión de Bolivia es muy fuerte y comprometida para buscar una solución al requerimiento de la Argentina».Ariel Basteiro
En la previa del encuentro, el embajador Basteiro destacó que «la decisión de Bolivia es muy fuerte y comprometida para buscar una solución al requerimiento de la Argentina», al explicar que el gobierno de Arce decidió reducir los envíos de gas a Brasil para cumplir con las metas que buscaba el país.
El diplomático contextualizó que las dificultades de Bolivia para cumplir con el contrato original de venta de gas responde «a una falta de inversión en exploración y en el mantenimiento de pozos que sufrieron los yacimientos bolivianos durante la dictadura de Jeanine Añez, lo que se está empezando a revertir con pozos que están mejorando su productividad».