Vaya Lollapalooza se mandó la AFA para festejar el título del mundo este jueves por la noche en el Monumental. Cumbia y cuarteto por acá, DJs y traperos por allá… como para envidia de cualquier lineup de festival de música que se pueda hacer por estos lares. Claro, casi se le escapa lo que la gente espera en cualquier partido de fútbol: el gol y, si está Messi, el de Messi. Finalmente hubo de los dos y la fiesta fue perfecta. Aquí, un recorrido por lo que fue una jornada de felicidad extrema en Núñez.
Perfume a pasión
Quienes hayan sobrevivido a la lotería de conseguir una entrada online tuvieron otro gran desafío a la hora de llegar al Monumental: el viaje. El transporte público, habitual opción ideal para ir a la cancha, se convirtió en una prueba fehaciente del amor por la camiseta celeste y blanca. Primero porque estaba llena de estas y segundo, y más importante, porque todas juntas y en un ambiente cerrado como el vagón de un subte, por citar un caso, aromatizan el trayecto de manera poco amable. Retros o actuales, originales o truchas -vale destacar una tierna estampa de «J. Alvares» que llevaba un niño en su espalda-, las casacas son siempre poco propicias para ponerse cuando hace algo de calor si ya tienen algunas transpiraciones encima. Así las cosas, el amontonamiento por subir las escaleras en la estación Congreso de Tucumán de la Línea D no quedó claro si fue por la emoción de ver al campeón del mundo o para tomar algo de aire.
Tula. Bombo. The Best
La música comenzó desde temprano en el nuevo Más Monumental -las puertas se abrieron a las 15:30, cinco horas antes del partido- mientras el público iba llegando, lo que dispersó un poco el arribo de los más de 83 mil hinchas que se decidieron (en su mayoría) a depositar una buena cantidad de pesos para ver Argentina vs Panamá. El DJ Fer Palacio abrió la jornada y se subió varias veces a su «cabina» para matar con botones los tiempos muertos entre una y otra tanda musical. Pasaron Los Totora, la dupla cumbiera La T y la M -acaso quienes más y mejores reacciones sacaron de los presentes- y hasta se animó a cantar el creador de «Muchachos», Fernando Romero, con la musicalización de El Tula, aquel inesperado protagonista de los recientes premios The Best. Todo un elogio a la caradurez, en el buen sentido de la palabra. Por su parte, El Tula siguió haciéndose notar con el correr de la noche, incluso durante el partido: cuando se levantaba de la silla y le entraba al bombo que, como era el único en todo el estadio, se escuchaba y mucho. El tipo no paró en toda la noche y hasta habrá transpirado más que Dibu por los mínimos embates panameños.
Sonrisas, emociones y onomatopeyas
Resulta difícil superar como pico de emoción en los partidos de la Selección al epílogo del himno nacional, pero esta vez el «Muchachos» que cantó el público cuando el equipo salió a la cancha vaya que estuvo a la altura. Una y otra vez se repitieron las líneas de la canción que se tornó inmortal durante Qatar 2022 y las caras de los jugadores fueron transmitiendo lo lindo del hecho: de las sonrisas incrédulas de Messi y Scaloni hasta la emoción de Dibu Martínez. Un momentazo para el recuerdo.
A la hora de jugar, fue el turno de las onomatopeyas de asombro. Principalmente con los cambios de frente que salían de De Paul y Enzo Fernández y terminaban en un dominio digno de bellas artes de Fideo Di María. Se los conoce de memoria a los campeones del mundo, pero no dejan de sorprender una vez en vivo. También sacaron algunas sonrisas (para bien) algunos jugadores de Panamá, como el lateral derecho Iván Anderson, valiente para salir jugando desde el fondo frente a tamaños monstruos.
Con el cuarteto de La K’onga como broche final, faltaba que el equipo le ponga algo de cumbia a la noche y luego de 77 minutos, se pudo. Messi-travesaño-Almada y otro libre 100% Messi completaron la fiestísima de los campeones en Buenos Aires. Luego vinieron la repartija de las mil y una réplicas de Copas para los jugadores, cuerpo técnico y hasta el Chiqui Tapia, sorpresivamente silbado por parte del estadio.
A la hora de las palabras, el capitán se animó y se abrió: «Hace mucho tiempo veníamos diciendo que íbamos a hacer todo lo posible por esto. Siempre en lo personal soñé con este momento, poder festejar con ustedes, poder venir a mi país, a Argentina a levantar una Copa América, la Finalíssima y lo más grande quees una Copa del Mundo… Sigamos haciendo lo que estamos haciendo: disfrutemos». Hasta Scaloni tomó el microfóno para emocionarse él y a todos los presentes mientras bajaba de las tribunas «La Scaloneta la puta que los parió». Finalmente, llegó la vuelta olímpica y el cuarteto para, por qué no, ya soñar con una cuarta.