Horacio Rodríguez Larreta decidió chocar de frente con Mauricio Macri y anunció que las próximas elecciones para autoridades de la Ciudad de Buenos Aires se realizarán de manera concurrente con las primarias, abiertas y obligatorias (PASO), y los comicios generales a presidente, gobernadores y cargos legislativos a nivel nacional.

En CABA entonces el 13 de agosto serán las PASO, el 22 de octubre las generales y el 19 de noviembre el eventual ballottage, al igual que a nivel nacional. Pero la particularidad es que los candidatos a gobernar la Ciudad no podrán llevar su nombre atado a ningún candidato presidencial.

Los porteños votarán con dos urnas distintas, una para elegir al jefe de gobierno (con Boleta Única Electrónica) y otra para las autoridades nacionales. De esta manera queda abierta la posibilidad de que se resuelva una virtual interna dentro de la coalición de derecha entre el radical Martín Losteau y el vicentelopense Jorge Macri, que aspiran a la jefatura porteña.

Elecciones concurrentes: el anuncio de Rodríguez Larreta

“Como jefe de Gobierno me toca la responsabilidad de decidir cómo y cuándo se vota en la Ciudad”, disparó Rodríguez Larreta para dejar claro quién manda en la Capital Federal. Lo hizo a través de un video en el que soslayó elogios hacia Macri para mitigar el efecto del golpe de timón. Particularmente en lo que refiere a la elección del candidato porteño.

La modalidad para votar candidatos de la ciudad será a través del sistema de Boleta Única Electrónica, “una bandera que inició Mauricio en 2015 y que también promovimos a nivel nacional”, elogió Larreta en tono amigable.

La disputa abierta por el candidato del PRO en la Ciudad

«Voy a apoyar a un candidato de mi partido que es el PRO”, aseguró el jefe de Gobierno sobre la carrera porteña y, sin dar nombres, anunció que en “las próximas semanas vamos a estar trabajando para definir cuál es el mejor candidato para continuar con todas las transformaciones que empezamos con Mauricio y que continuamos hasta hoy”.

Larreta vs. Macri

La decisión fue tomada luego de una reunión de la mesa chica que encabeza Rodríguez Larreta y va a contramano de las exigencias del ex presidente y fundador del PRO, para no desdoblar los comicios citadinos con los nacionales.

El último intento que Macri hizo en ese sentido fue el fin de semana pasado, cuando a todas voces por sus redes sociales exigió “no cambiar las reblas electorales en un año electoral”, porque eso es “un valor de Juntos por el Cambio” que se debía mantener. “Hacerlo sería ir en contra” de esos valores, sentenció el ex presidente.

A Rodríguez Larreta no le importó el prurito y finalmente cambiará las reglas de juego y concretará una maniobra que, de haber sido tomada por cualquier gobernador peronista, hubiera desatado una andanada de cuestionamientos por parte de JxC.

Tal como lo adelantó Página/12, la decisión ya había sido tomada y solo restaba su anuncio. Es un desafío que da en la cara de Macri y toda su ala dura y también es un guiño al radicalismo, socio del PRO y virtual invitado a secundar a Larreta en la fórmula presidencial.

Su determinación de recoger el guante y aceptar el duelo con Macri apunta, además, a su estrategia de sacarse de encima el lastre de los mandatos del exmandatario e independizar su figura en función de ganar autoridad.

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