Tras el triunfo del flamante gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, el peronismo local está a un paso de arrebatarle la capital tucumana a Juntos por el Cambio, que la gobierna desde 2019. La disputa es reñida entre la candidata del peronismo, la ex ministra de Salud de Manzur Rossana Chahla, y la diputada nacional radical Beatriz Ávila, esposa del actual intendente, Germán Alfaro. Con un total de 84,83 por ciento de mesas escrutadas, la candidata del Frente de Todos triunfa con el 42, 63 por ciento de los votos, frente a Ávila que cosecha el 41,97. El conteo, por ahora, se encuentra frenado por fallas técnicas de la Junta Electoral provincial y el escrutinio definitivo se terminaría de realizar el martes.

Chahla expresó este lunes por la mañana que “según el escrutinio provisorio y las planillas de nuestros fiscales tenemos un resultado favorable en nuestra Capital”. Sin embargo, ante la traba en la carga de los datos, exigió “el inmediato inicio del escrutinio definitivo y la apertura de las urnas para dar tranquilidad y transparencia a los capitalinos”.

San Miguel de Tucumán, un distrito clave

San Miguel de Tucumán es un distrito clave en la provincia porque, además de ser la capital, concentra el 40 por ciento del padrón electoral. Los cambiemitas esperaban un triunfo holgado en la ciudad –además de creer que hasta podían ganar la gobernación–, pero con los primeros resultados que se comenzaron a conocer el domingo por la noche empezaron las quejas.

Cerca de la una de la madrugada, la página en la que se cargaban los datos oficiales se tildó y se frenó el conteo. Alfaro comenzó con una catarata de tuits en tono indignado en los que intentaba defender a su esposa –que según sus cálculos se quedaría con el municipio que él dejaba– y no paraba de culpar a la oposición por los problemas técnicos que había con la página que depende de la Junta Electoral Provincial. «En manos de tramposos todo se hace dudoso!!!», decía y volvía a escribir: «Cómo acabo de expresar, están manipulando los datos a su antojo!!!». Por último tuiteó: «Esta es la democracia de Jaldo!!!» 

En el Frente de Todos, en cambio, entrada la madrugada comenzaron a festejar la brecha que cada vez era más pequeña y cerca de las dos de la mañana Rossana Chahla se dirigió con su grupo de colaboradores y algunos seguidores al hotel Metropol, ubicado a tan solo unos pasos de la gobernación, donde minutos antes habían hablado triunfantes, Jaldo, Juan Manzur y el ministro del Interior Eduardo «Wado» de Pedro, que llegó cerca de la medianoche para los festejos y la foto.

La algarabía era total y en el entrepiso del hotel había música, brindis y canapés. De fondo, varios estaban sentados mirando una tele con los resultados, que seguían clavados. «Rossana hizo una gran gestión durante la pandemia y tiene una larga trayectoria como doctora en la maternidad de Tucumán, donde nacimos más de la mitad de todos los que vivimos en esta ciudad. La gente le reconoció tanto trabajo«, decían algunos entusiastas en el bunker improvisado. Ella saludaba y se sacaba fotos con todos los que se acercaban a brindar.

Alfaro y Sánchez quisieron entrar por la fuerza al centro de cómputos

Del otro lado seguía la indignación. Alfaro y Sánchez se dirigieron con un grupo de personas al centro de cómputos y por la fuerza quisieron entrar de madrugada a provocar destrozos. Fueron frenados por la seguridad del local que les explicaba que no podían ingresar. «Así patotean Sánchez y Alfaro a la Junta Electoral», decían cerca de Chahla cuando compartían los videos de los opositores ingresando al centro de cómputos en grupo.

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