Nuevamente nuestro país sufre una artera estrategia de “despolitización de la sociedad”. Por supuesto, esto antes solo conducía a los golpes de estado y desde allí manejar las mentes a través de los medios de comunicación o del terrorismo de estado, matando o desapareciendo a quienes pensaban, en general, a favor de cualquier atisbo de participación popular en las decisiones de gobierno y favorecer a sus espurios intereses. Ahora quienes promueven la “despolitización” lograron llegar a través del voto popular, con un personaje totalmente ceñido a su voluntad a través de una fuerte e indestructible subordinación mediática.

¿A quien le conviene “despolitizar” una sociedad? Sin dudas les conviene a quienes la política (política bien entendida decimos) no le permite imponer sus intereses por sobre otros intereses, en las sociedades donde precisamente siempre conviven esos intereses en lucha, o sea, en todas las sociedades. Y si como dijimos en todas las sociedades hay intereses en lucha, cierto es que también en todas, hay intereses que defienden los más fuertes e intereses que defienden los más débiles. Por eso la política, los gobiernos y el estado, debe estar para garantizar el equilibrio, que solo puede partir de la defensa de los intereses de los más débiles. Entonces es claro que a los poderosos les conviene “despolitizar” e imponer sus “buenas políticas” llevadas a cabo por “títeres” que solo por acción u omisión les permitan prevalecer o mejor dicho, someter.

Durante los golpes militares decían “el pueblo no está preparado para votar y vivir en democracia”…”las urnas están bien guardadas, y van a seguir bien guardadas”….siempre el proceso de “despolitización”. El mismo que manejar los medios y hasta la justicia para querer hacer ver que los políticos “son todos chorros”…. El gran demócrata, Raúl Alfonsín decía, que no hay peor forma de autoritarismo que inhabilitar por cuestiones personales a quien opina y no por sus opiniones y por eso tal vez decía sigan ideas, no a personas.

Juan Domingo Perón contaba en un reportaje sobre su primer gobierno: “……Nos hicimos cargo de un país donde los ciudadanos no se interesaban por la cosa pública y la cosa pública es uno de coeficientes de salvación de los países. En mi concepto, el primer paso para elevar la cultura política es politizar el país. Por eso nosotros tratamos de politizarlo intensamente haciendo que cada uno se interesara por todos. Es decir, eso que ahora peregrinamente se descubre como “participación”. Ahora, cultura política no significa que haya 7 u 8 políticos muy sabios y varios millones de ignorantes. Lo que sirve es que el nivel medio de los ciudadanos eleve su cultura política; y entonces se solucionarán todos los problemas. Cuando los hombres del pueblo se ponen en una apatía generalizada, todo se vuelve peligroso….”

Seguimos transitando esos tiempos peligrosos. Ojalá la mayoría del pueblo se de cuenta a tiempo.

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