El precio internacional de la soja sigue generando buenas noticias para la Argentina. Este lunes alcanzó un nuevo récord de los últimos cuatro años y se ubicó en torno de los 440 dólares por tonelada. Se trata de la séptima suba diaria consecutiva y se explica por una combinación de factores.
El primero tiene que ver con elementos climáticos que generaron sequía en algunos países productores importantes, como Brasil, lo cual reduce la oferta a nivel global y eleva los precios. El segundo tiene que ver con un aumento en las expectativas de recuperación de la economía global debido al éxito en el resultado de las vacunas contra el coronavirus.
Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, no obstante, indicaron que la siembra de soja argentina avanzó fuertemente la semana pasada después de las lluvias en zonas clave afectadas por la sequía.
Para la Argentina el aumento de los precios de la soja resulta una importante colaboración en materia de abastecimiento de divisas. El valor de la oleaginosa mejoró casi un 50 por ciento respecto de las cifras a las que se vendía el año pasado.
«Este año hay una preocupación por la escasez en el mercado», mencionó en un reporte especializado Rabobank. «Estamos entrando en el período en que hay un mayor requerimiento de humedad para la cosecha brasileña y cuando no queda tanta cosecha estadounidense por vender», agregó.
Aunque algunas lluvias se registraron en los cinturones de granos brasileños y argentinos, se necesita más humedad para completar la siembra de soja y maíz e impulsar el desarrollo de los cultivos.
«El pronóstico de América del Sur todavía parece seco para la mayor parte de Argentina, y más cálido de lo esperado. Es un pronóstico del tiempo muy preocupante», mencionó la consultora Midwest Market Solutions.