La frase repetida a lo largo del día y al momento de arribar a la Quinta ’17 de Octubre’ de San Vicente era una: “Es una demostración de fuerza”. Y no hubo lanzamiento en San Vicente, hubo una demostración de fuerza. Militancia, dirigentes, Máximo Kirchner y Wado de Pedro. Un escenario con el que Martín Insaurralde, jefe de Gabinete de la provincia con licencia en la intendencia de Lomas de Zamora, cerró el 2022 y mostró una foto.

El folklore, el calor y los aromas del justicialismo estuvieron presentes desde que se tomaba Lavalle desde Avenida Presidente Perón. Desde Lomas de Zamora unos dos mil militantes llegaron a la quinta donde solían descansar Eva y Juan Perón, después de vivir la post pandemia en su pico más peligroso y el cuidado por el rebrote. Un año en el que la persecución judicial a Cristina Kirchner y la propia decisión de la vicepresidenta llevó a su anuncio de que no será candidata a nada en 2023.

Por las puertas del Museo provincial ’17 de Octubre’ se pudo ver a Insaurralde acompañado por muchos miembros de la Liga de Intendentes del Conurbano que cenaron en Cañuelas el miércoles pasado. El arribo al escenario estuvo rodeado del clásico destello de flashes y teléfonos filmando. Un escenario que, más allá de sus primeros miembros, fue sumando participantes a lo largo del evento.

Luego de un cálido abrazo con una niña que subió al escenario, Insaurralde saludó al público y dio el pie para que Nicolás Mantegazza, anfitrión territorial del encuentro, diera la bienvenida. “En esta época de balance, estamos en este lugar dónde Juan y Eva eligieron para soñar”, reflexionó el intendente de San Vicente. Pero su discurso tuvo la impronta de marcar una cancha y un tono de convocatoria que no dejó margen a interpretaciones varias: “Ninguno de nosotros se va a hacer el boludo y vamos a estar donde haya que estar peleando al lado de nuestra compañera”, lanzó Mantegazza viendo a Máximo Kirchner a los ojos.

Pasada la recepción, llegó el momento de hablar para quien convocó a la actividad. Con un escenario que seguía sumando integrantes, con el arribo del diputado provincial Mariano Cascallares y la senadora nacional Juliana Di Tullio, entre otros y otras, Insaurralde ensayó una introducción donde recordó los inicios de su labor en la gestión de Lomas de Zamora en el 2003 con la asunción de Néstor Kirchner. Pero rápidamente viró hacia la naturaleza del encuentro: “Hoy hay sólo una consigna: mafia o democracia”, sentenció.

“Ver hoy a nuestra mayor líder que tiene el peronismo, a quien la quisieron matar y proscribir, hace que tengamos que pensar como dirigentes lo que está viviendo la democracia”, remarcó el jefe de Gabinete bonaerense. Con aplausos que se hacían más fuertes al acercarse al grupo de militantes de la secretaría de la Mujer del PJ lomense, Insaurralde pidió pensar en que “con estos poderes no hay posibilidad de democracia, hay que defender al peronismo y a la democracia”.

Los agradecimientos fueron parte de sus palabras. Mantegazza fue el primero en recibir elogios: “Nicolás viene haciendo de todo en San Vicente, es un dirigente que da esperanza y futuro al peronismo”. Luego fue el turno de los intendentes y demás funcionarios que estaban presentes en el escenario, todos de extracto territorial y referencia con distritos de la provincia de Buenos Aires. “Agradecer a todos los ministros e intendentes, porque trabajo con amigos con los que hemos formado una familia”, celebró Insaurralde.

Pero los laureles se los llevó Wado De Pedro“Un tipo que conocí en el 2013 cuando fui candidato a diputado nacional, un pibe que mirá cómo creció”, dijo entre risas el dirigente lomense. Aunque el abrazo político no se quedó ahí: “Te vamos a acompañar en todo lo que quieras emprender, desde Mercedes hasta donde quieras llegar”, lanzó. A Máximo Kirchner le valoró su rol al frente del Partido Justicialista de la provincia, puesto que “no cualquiera puede conducir un espacio tan plural y heterogéneo como el peronismo”, destacó Insaurralde.

Efectivamente, la sorpresa de la tarde fue la presencia del ministro del Interior. “Está Wado”, rumoreaban miembros de la organización minutos antes del inicio del encuentro. “Nadie sabía que venía”, se les escuchaba a fotógrafos cerca de los parlantes al ritmo de los Redondos. De Pedro tomó la palabra y la contundencia siguió siendo la protagonista del escenario: “cuando hay ruidos en el frente, es porque hay sectores que seguimos y estamos convencidos de que tenemos que terminar el mandato cumpliendo con nuestra palabra que es seguir gestionando para los que menos tienen”, señaló.

“En Argentina, algunos sectores mafiosos piensan que 40 años de democracia es mucho”, condenó el ministro, y apuntó contra las críticas a Cristina Kirchner: “jamás van a reconocer que los doce años de Néstor y Cristina fueron los mejores para el pueblo argentino, y por eso la quieren matar”. El cierre de su discurso estuvo envuelto en una anécdota que sucedió minutos antes de subir al escenario. Máximo Kirchner, en su condición de presidente del PJ provincial, le permitió a Wado subirse al Fiat 130 que se exhibe en el Museo de la quinta y encenderlo. “Así como se pudo encender el motor del 130, después de la final –del Mundial- encendamos el motor de la militancia para ganar en el 23”, concluyó De Pedro.

El cierre del encuentro estuvo en manos de Máximo, quien remarcó que “el peronismo tiene que rebelarse, no puede quedarse tranquilo cuando trabajadores formales se quedan por debajo de la línea de la pobreza”, y aclaró que “no es interna, es debate”. Con la centralidad de las banderas de La Cámpora entre el público, el diputado nacional lamentó que “hemos tenido funcionarios que no han estado a la altura”, y convocó a la sociedad a que “si un dirigente se equivoca, traiciona, o no les gusta, más que quejarse un ciudadano debe involucrarse”. “No hay que esperar que haya dirigentes iluminados. La participación de ustedes es fundamental. No se puede ser plateista”, planteó Máximo.

El presidente del PJ bonaerense criticó al ex presidente Mauricio Macri porque “quiere un país sin gremios”. Y añadió: «Piensan que se llevan puesta a Cristina, pero se están llevando por delante al pueblo y eso nos tiene que preocupar más allá de los dirigentes”. En medio de días de calor y cortes, aprovechó para recordar: “Quisimos dar el debate sobre Edesur en 2020, y lamentablemente fueron corriendo a la Casa Rosada y los escucharon. Ahora se van, revolean la empresa y nos dejan una situación difícil para el verano”.

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