Horacio Rodríguez Larreta tiene hasta el 13 de abril para definir cuándo se votará en la Ciudad. El jefe de Gobierno viene analizando el desdoblamiento o no de las elecciones, pero también una opción nunca utilizada: que sean en la misma fecha que las nacionales pero con un sistema de votación diferenciado. Quienes apoyan esto son, además del larretismo, el sector de Martín Lousteau. En contra, está casi todo el resto: Mauricio Macri, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Jorge Macri dijeron que no acuerdan con esa idea. Esta semana llegarán algunas definiciones, pero quizás no todas: quizás el larretismo anuncie la fecha pero no si habrá elecciones concurrentes.
Si se observa el Código electoral porteño, las elecciones deben convocarse como máximo 120 días antes de las PASO. Eso da el 13 de abril como fecha máxima para que Larreta despeje una de las incógnitas: ¿cuándo serán las elecciones porteñas? Pero en el círculo cercano al jefe de Gobierno admiten que la ley no es clara sobre si, en el mismo acto, el mandatario debe informar si las elecciones irán en la misma boleta con la nacional o utilizarán otro sistema de votación. Es probable que el larretismo decida jugar con ese gris y esta semana solo anuncie la fecha de la elección.
Las opciones son entonces: desdoblar la elección y hacerla en otra fecha (algo que está casi descartado, pero no totalmente). O bien hacerla en la misma fecha con boleta sábana con los cargos nacionales. O –y esta es la opción nueva y que genera más polémica– hacerla en la fecha de las nacionales, pero con otro sistema de votación, que sería o Boleta Única en papel o voto electrónico. Esto implicaría que las personas deberían ir a las urnas, votar los cargos nacionales con el tradicional sistema de sobres y boletas y votar los cargos porteños con otro sistema. Será, sin duda, algo difícil de explicarle al electorado.
Los que quieren desdoblar
Pero Larreta no lo descarta. La última vez que le preguntaron por el tema, respondió de volea: “Es una decisión mía, que tengo todavía para tomarla. Voy a tomar la decisión que considere mejor y daré los argumentos correspondientes”. No dio pistas de qué decidirá y se retiró por el fin de semana largo sin actividad oficial para meditar una decisión. En el larretismo, los principales argumentos para esta propuesta tienen que ver con la conveniencia electoral: los candidatos de Larreta (Fernán Quirós y Soledad Acuña) tendrían mayores chances en una elección separada, también mantendría su buena relación con la UCR y le causaría un serio problema a Ramiro Marra u otro candidato de Javier Milei, ya que no tendría el arrastre de su candidato a presidente.
El que milita fuertemente esta opción de la elección concurrente es Martín Lousteau. Al senador claramente le conviene una elección separada de las boletas nacionales para disputar la jefatura de Gobierno a los candidatos del PRO. Además, Lousteau teme que el radicalismo no tenga una opción fuerte para las PASO nacionales y su suerte queda atada a la de un candidato a presidente. Por eso, si el PRO no habilita las boletas cruzadas (que Lousteau pueda «colgarse» de la boleta de Larreta), lo mejor para el senador son boletas separadas en la Ciudad. Hay sectores de la UCR que incluso plantean judicializar la cuestión si Larreta unifica todas las elecciones.
Los que dicen que no
Toda el ala dura del PRO salió en fila la semana pasada a decirle en público a Larreta que no van a aceptar ni que desdoble las elecciones, ni que sean elecciones concurrentes con cargos porteños votados aparte. “Eso nunca se hizo y ya estamos sobre el pucho”, sentenció el ex presidente Mauricio Macri. «Cambiar el sistema electoral en un año electoral es lo más antidemocrático», lanzó Patricia Bullrich. «No creo que haya que cambiar las reglas electorales en un año electoral», consideró María Eugenia Vidal. Ninguno avala la decisión que, de todas formas, por ley le corresponde al jefe de Gobierno.
Otro que salió a hablar en contra es su ministro de Gobierno, Jorge Macri. «Ya con el tiempo que pasó es muy difícil desdoblar. Vamos camino a una unificación», sentenció el precandidato a jefe de Gobierno. «Va a ser difícil explicarle al porteño por qué desdoblamos y votamos cada quince días. Una cosa es desdoblo y voto tres meses antes», argumentó. «Después cambiar un sistema electoral en el mismo año me parece complejo porque uno tiene que capacitar a la gente en cómo tiene que votar. La concurrente, que es una de las opciones que un sector del radicalismo plantea, supone dos sistemas electorales distintos. Nunca en la Ciudad se votó con boleta única de papel. Ese voto va a demorar mucho tiempo. No hay manera de simplificar ese paso”, detalló. «Para mí lo mejor es votar como lo hicimos en el 2019, con el sistema nacional, la boleta de papel», afirmó Jorge Macri. Está claro que un desdoblamiento lo privaría de apoyos nacionales que le permiten descontar alguna ventaja que pueda lograr Lousteau.
De paso, Jorge Macri quiso aclarar que habló con Elisa Carrió y le hizo saber que no está en sus planes impugnar su candidatura por el plazo de tiempo que tiene residiendo en la Ciudad. Un fantasma que se agitó la semana pasada.
Esta semana tendrá que venir la definición de la fecha de las elecciones, pero la puja por el sistema de votación puede que tome un poco más de tiempo. No deja de ser una novedad para el electorado que, a meses de las elecciones, desconozca de qué forma va a votar.