El fiscal federal Guillermo Marijuan pidió el sobreseimiento de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa en la que se investiga si tuvo alguna vinculación con las maniobras de lavado de dinero por las que fue condenado el empresario Lázaro Báez.
El representante del Ministerio Público Fiscal dejó asentada su posición en un dictamen de 46 páginas que le presentó al juez federal Sebastián Casanello en el que remarcó que, a pesar de haber exhibido un vínculo «directo» entre la exmandataria y el empresario, no logró reunir elementos probatorios que le permitieran avanzar más allá de la sospecha manifestada en su momento para convocarla a indagatoria.
La resolución de Marijuan llega semanas después de que la Cámara de Casación redujo de 12 a diez años la condena a Lázaro Báez por lavado de dinero pero que, indirectamente, benefició a Cristina Kirchner porque golpeó en tres argumentos que se usaban contra la vicepresidenta.
- · Los magistrados sostuvieron que no está probado que el dinero de Báez provenga de ilícitos en la construcción de las rutas de Santa de Cruz.
- · Afirmaron que la plata que Báez mandó al exterior era –y siempre fue– del santacruceño. Es decir que desestima la idea de que Báez era testaferro de la familia Kirchner.
- · Los jueces sobreseyeron a las hijas de Báez, Melina y Sabrina, porque nunca tuvieron participación alguna en los negocios del constructor ni firmaron nada de nada.
La causa de lavado de dinero se centró en las operaciones que hizo Báez sacando 55 millones de dólares a nombre de sociedades armadas en Panamá –por ejemplo, Fundación Kinsky, Fromental Corp, Tyndall Limited– cuyos beneficiarios finales siempre fueron los cuatro hijos de Báez. Esos 55 millones de dólares, después de pasar por bancos en Suiza terminaron regresando a la Argentina cuando el constructor repatrió los fondos comprando bonos de la deuda soberana argentina y se asoció con el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, para competir en la licitación por las dos grandes represas de Santa Cruz, la Néstor Kirchner y la Jorge Cepernic. Por entonces, Báez no era mala palabra para el macrismo.