Alberto Fernández arrancó ayer su actividad oficial en Nueva York como una previa de la bilateral a “agenda abierta” que tendrá mañana con Joe Biden en Washington. Ese será el centro de atención de todo este viaje al que ahora hay que sumar también la llegada de Sergio Massa a la capital de EE.UU. para mantener una reunión confirmada con Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI.
Por la tarde, Fernández se reunió con académicos argentinos que desarrollan su labor en universidades locales en áreas de ciencias exactas, educación, arte, investigación social, comunicación y cine.
La reunión se realizó en el Consulado Argentino en Nueva York y el mandatario estuvo acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; el embajador de la Argentina en los Estados Unidos, Jorge Argüello; el cónsul en Nueva York, Santiago Villalba Díaz; y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
Se trató de un encuentro de carácter informal entre el Presidente y connacionales referentes en diferentes disciplinas como ciencias exactas, educación, arte, investigación social, comunicación, cine, entre otros, con destacada labor en universidades locales (Rutgers/NJ, Columbia, The New School, New York University, entre otras) e importante actuación en la escena local.
Durante el encuentro, Fernández destacó nuevamente la importancia de “la educación pública y de calidad”, y al referirse a su labor académica dijo que “quiero devolverle a la educación pública lo que me dio”, por eso “sigo dando clases precisamente para poner en valor la universidad”.
“La economía del conocimiento que hay en la Argentina es una política de Estado, y eso nos permite ser el país de Latinoamérica con más universidades…”, expresó el mandatario y apuntó que “cada vez que dicen que hay que cerrarlas, yo digo que hay que abrir más universidades”.
Formaron parte del encuentro Victoria Murillo, directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia; Fernando Muzzio, profesor en ingeniería química y bioquímica en la Universidad Rutgers donde lidera un equipo que desarrolló un sistema de manufactura de fármacos, junto a Alberto Cuitiño, decano interino de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la misma universidad; y Gerardo Callegari, profesor e investigador de esa casa de altos estudios; entre otros.
Murillo destacó la importancia de la educación pública universitaria para quienes estudian en el exterior y mencionó los programas y maestrías en estudios argentinos en Estados Unidos: “Tratamos de organizar el estudio académico para que ilumine los debates políticos y sociales que son importantes para la región”, explicó.
Posteriormente, el Jefe de Estado visitó en el consulado argentino la muestra “Trazos de Resiliencia”, de Sandra Mayo, una exposición basada en las historias de Sara Rus y Ruth Paradeis, ambas sobrevivientes del Holocausto y víctimas de la dictadura cívico militar que se instauró en nuestro país de 1976 a 1983.
Anoche, Fernández compartía una cena con unos 30 inversores, en el Council of the Americas que preside Susan Segal, una actividad en la que trabajó el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello y donde se reunió con inversores y representantes del sector financiero.
Massa viaja a Estados Unidos para entrevistarse con Georgieva, con quien analizará el curso del programa en curso y eventuales modificaciones.
Esta reunión será posterior a la que el presidente Alberto Fernández mantendrá con Biden.
Agotada la capacidad de pedidos a los organismos tradicionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), las opciones institucionales son cada vez más angostas para que la Argentina consiga dólares para afrontar 2023.
De ahí el apoyo político que se busca en la administración Biden y que jugará en línea con la nueva negociación que se suma con el FMI.
La Argentina postergó pagos que operaban la semana pasada para el próximo viernes 31 de marzo a la espera de que se concrete el cónclave y la reunión de Massa con Georgieva tendrá como objetivo la búsqueda de precisiones.
Esa reunión de la cúpula ya tiene definida la renegociación de la pauta de acumulación de reservas, pero las metas al primer trimestre de 2023 están en duda y de allí a que se espera con atención lo que diga el board.